«Las relaciones entre Estados son mucho más importantes que las disputas en torno a las actividades de los servicios especialeS», declaró el presidente ruso, Vladimir Putin, a la televisión. «Hemos advertido a Snowden de que toda actividad por su parte susceptible de perjudicar las relaciones ruso-americanas es inaceptable», añadió.

El extécnico de la NSA Edward Snowden, bloqueado hace tres semanas en un aeropuerto de Moscú, solicitó oficialmente el martes asilo provisional en Rusia. Su abogado, Anatoli Kucherena, aseguró ayer que no se plantea salir de Rusia inmediatamente y «no excluye la posibilidad de solicitar la ciudadanía rusa. Me ha dicho: `no tengo intención de dejar Rusia. Explicó que, tras solicitar el asilo provisional, Snowden podría abandonar pronto la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú-Sheremetievo. Kucherena explicó que Snowden no se ha comprometido por escrito a no dañar los intereses de EEUU pero lo ha manifestado de palabra. «Podría decirse que se trata de un pacto entre caballeros», dijo.

«El Servicio de Migraciones debe otorgarle en los siete días siguientes a la presentación de la demanda un certificado de admisión. Este certificado le da el derecho de viajar por Rusia. Puede vivir en un hotel», indicó. «Le voy a enseñar el Mausoleo (de Lenin) y la galería Treteiakov. Tiene que conocer nuestra cultura», dijo Kucharena.

EEUU tiene otros planes para Snowden y ha reiterado su demanda de extradición por revelar los programas de espionaje masivo. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió de que «Snowden debe ser expulsado y enviado a Estados Unidos», mientras el Kremlin parece querer tomar distancias. Su portavoz, Dmitri Peskov, indicó que la demanda de asilo no compete al presidente ruso sino al servicio de migración, pero Putin tampoco quiere aparecer como un servidor de Washington. «Tenemos nuestros propios objetivos en el desarrollo de nuestras relaciones con Estados Unidos. Somos un país independiente con una política exterior independiente», afirmó.

Insinuó además que el caso Snowden es una muestra de la hipocresía de Washington en materia de derechos humanos. «La labor en favor de los derechos humanos siempre tiene un costo. Cuando se lleva a cabo bajo la égida y con el apoyo financiero de Estados Unidos es una actividad bastante confortable, pero cuando se critica a Estados Unidos es más difícil, como lo demuestra lo que ocurrió con el avión del presidente de Bolivia», afirmó el presidente ruso.