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Un tribunal de guerra de Bangladesh condena a muerte a otro líder islamista

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Un tribunal bangladesí condenó ayer a la horca al líder islamista Alí Ahsan Mohamed Mujahid por planificar la masacre de intelectuales en la guerra que independizó a Bangladesh de Pakistán en 1971. Mujahid, de 65 años y actual secretario general de Jamaat-e-Islami (JI), principal partido religioso de Bangladesh que apoyó a Pakistán en el conflicto, es el sexto islamista condenado en 2013 por crímenes de lesa humanidad por este tribunal de guerra creado por el Gobierno.

El veredicto se hizo público en la tercera jornada consecutiva de protestas islamistas suscitadas tras la condena el lunes a 90 años de cárcel del nonagenario exlíder de JI Ghulam Azam, que han causado al menos nueve muertos.

De acuerdo con el tribunal de guerra, Mujahid lideró la milicia paramilitar Al-Badr, que reclutaba a sus miembros en escuelas públicas y madrasas y fue responsable de la muerte en masa de periodistas, intelectuales y profesores bangladesíes.

Mujahid fue hallado culpable de cinco de los siete cargos a los que se enfrentaba, entre ellos genocidio, «asesinato», tortura, conspiración, planificación, incitación y complicidad en los crímenes de guerra de 1971.

El tribunal condenó a Mujahid por el secuestro y desaparición de Sirajuddin Hosain, editor de un diario crítico con los «agentes locales de Pakistán», el secuestro y tortura de varios «luchadores por la libertad» y civiles de religión hindú.

Según datos no oficiales, en la guerra que independizó a Bangladesh de Pakistán con la ayuda de India, murieron tres millones de personas y cientos de miles de mujeres fueron violadas.

La Liga Awami de la primera ministra, Sheij Hasina, en el poder desde 2009, ha puesto especial énfasis en atribuir responsabilidades por este episodio de la historia, una reclamación de gran parte de la población.

En la práctica, no obstante, la mayoría de los imputados -y los seis condenados hasta la fecha- por crímenes cometidos en la guerra de 1971 son cabecillas de Jamaat-e-Islami.

Cuatro líderes de JI fueron condenados a la pena de muerte, uno de ellos a cadena perpetua y un sexto a 90 años de cárcel, mientras cinco más esperan las sentencias, fallos que suelen provocar graves incidentes.

Pese a su carácter minoritario, el JI es una formación muy influyente -se ha aliado tradicionalmente con la principal fuerza opositora, el Partido Nacional- y capaz de movilizar con éxito a sus bases, que en lo que va de año han protagonizado continuas protestas.

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