Tito Vilanova ha dejado de ser entrenador del Barcelona para seguir tratándose del cáncer que padece desde hace año y medio, según confirmó ayer mismo el presidente del club catalán, Sandro Rosell, en una rueda de prensa convocada de urgencia en la ciudad deportiva Joan Gamper.

«Comparezco ante vosotros para comunicaros una noticia que nunca en la vida me gustaría haber dado», declaró Rosell antes de leer un comunicado sobre el estado de salud de Vilanova.

«Después de evaluar el resultado de las pruebas rutinarias de seguimiento realizadas esta semana a Tito Vilanova, se ha presentado la posibilidad de hacer un tratamiento para seguir controlando su enfermedad que es incompatible con ser el responsable del primer equipo de fútbol a partir de ahora», informó el máximo mandatario culé.

Acompañado del director deportivo, Andoni Zubizarreta, y arropado por algunos miembros de la junta directiva, los quince jugadores de la primera plantilla que ya han vuelto a los entrenamientos, la totalidad del cuerpo técnico y el representante de Vilanova, Josep Maria Orobitg, un Rosell afectado no admitió preguntas tras su intervención.

«La vida continúa. Es un golpe durísimo para el Barça, pero el Barcelona ha sufrido muchos golpes y siempre se ha repuesto. Hoy no será la excepción», apuntó el presidente de la entidad azulgrana, quien a su vez informó de que el club no anunciará quién será el sustituto de Vilanova hasta la próxima semana.

La noticia de la recaída de Vilanova, operado por primera vez de un tumor en una glándula parótida en noviembre de 2011, obligó a suspender no solo el entrenamiento de ayer por la tarde, sino también el primer amistoso de la temporada, que el Barcelona iba a disputar hoy en Polonia ante el Lechia Gdansk. «No hay ánimos para hacerlo», concluyó Sandro Rosell.