El líder opositor y candidato a la Alcaldía de Moscú, Alexei Navalny, fue puesto en libertad ayer, en una decisión sin precedentes de la Justicia rusa, por el mismo Tribunal que decretó ayer su ingreso inmediato en prisión tras condenarlo a cinco años de cárcel por robo y fraude.

«Es un fenómeno único para la Justicia rusa. Es incluso incómodo que a petición de la Fiscalía te liberen» al igual que hicieron en el pasado con algunos fiscales corruptos, dijo Navalny a los periodistas frente al Tribunal de Kirov, donde se celebró el juicio.

La misma Sala que la víspera ordenó su ingreso inmediato de Navalny en prisión resolvió ayer el recurso contra esa decisión presentado por la Fiscalía, que consideró que Navalny puede permanecer en libertad hasta que la condena sea firme, argumento que aceptó el magistrado Serguei Blinov, que preside el Tribunal de Kirov.

Los expertos atribuyen la puesta en libertad de Navalny al deseo del Kremlin de otorgar legitimidad a los comicios de Moscú, a los que había renunciado tras ser condenado. Ayer, el alcalde en funciones de Moscú, Serguei Sobianin, se pronunció a favor de que Navalny se presente.