manuel santacruz | Fustiñana
El mundo al revés
En el caso del extécnico de la CIA Edward Snowden está sucediendo todo lo contrario a lo que sería lo normal, en un mundo en el que se debería defender a quien denuncia algunas de las injusticias que se producen, sean espionajes, escuchas telefónicas, papeles en los que están escritos pla- nes y órdenes de invasión en los distintos países, asesinatos en masa sin ningún tipo de rubor por parte de los gobiernos... que además nos quieren convencer de que todo esto es en contra del terrorismo, ya le llamen local o internacional, cuando la realidad es que los verdaderos terroristas son precisamente los gobiernos que manejan todo este maremagnum mundial.
Y cuando alguien como Snowden u otros, que los ha habido, se atreve a denunciar estas acciones, en vez de perseguir y encarcelar a tanto asesino que lleva adelante estas viles acciones, a quien se persigue y condena es a quien descubre y publica todos esto planes de destrucción y control de la vida de los demás, con el agravante de que países que se autocalifican de democráticos y defensores de los derechos humanos, en vez de proteger y ofrecer asilo al perseguido le ponen obstáculos y le prohíben incluso pasar por «su» espacio aéreo.
El mundo lo están poniendo al revés. Los que deberían estar encerrados y condenados por sus barbaries son los héroes, los que debemos mirarnos en su espejo, a los que debemos mimar, querer y rendir pleitesía y a quienes denuncian sus acciones y se atreven a publicarlas, hay que perseguirlos y entregarlos.
El Gobierno de Madrid ya tiene un punto más en la lista de pelotas dependientes de EEUU, cuando los que debieran hacer es cortar el cable que los sujeta a ellos.
Mientras gobiernos, ejércitos y demás especímenes defiendan estas acciones que conducen a fabricar un mundo al revés de como debiera ser, conmigo que no cuenten.