En los últimos cinco años el Concejo de Artaza está intentando el cambio de un terreno particular de 3:908,61 m2 en el que la empresa TEX iba a construir 10 casas, por otro terreno de 8.061 m2 en zona dotacional propiedad del Concejo de Artaza; y otro terreno de 777 m2 dotacional de la urbanización Elke, para que esta empresa (TEX) pueda construir 24 casas. Estos terrenos contienen la friolera de 300 encinos que serían talados destruyendo el hábitat de múltiples animales. Por este cambio de terrenos el Concejo ganaría una nave ganadera con más de 45 años de antigüedad y 60.000 euros que la propia empresa TEX invertiría en poner un tejado y adecentarla.

Hace tres años el Concejo hizo una consulta (no vinculante) en el pueblo: 53% a favor y 47% en contra de ese cheque en blanco, casi la mitad del pueblo se opuso, entendiendo que se está favoreciendo ostensiblemente a una empresa privada mientras el pueblo no obtiene ningún beneficio a cambio.

Ahora el Concejo de Artaza contrata un abogado con dinero del pueblo para los trámites para llevar adelante este cambio, ya que esta permuta de terrenos hoy por hoy es ilegal. ¿Estamos asistiendo a otra estafa inmobiliaria como las que nos han llevado a la ruina en este país?

No contentos con esto, el concejo no da a los vecinos información, llevando el tema con un secretismo muy sospechoso. ¿Por qué empeñarse en una permuta ilegal con los condicionantes expuestos sumida en el mayor ocultismo cuando casi la mitad del pueblo se opone?

Pero esto no queda ahí, ya que amparándonos en nuestros derechos recurrimos al Ayuntamiento de Amescoa Baja para que nos mantenga informados del proceso, y cuál es nuestra sorpresa cuando el alcalde Diego Urra nos deniega esta solicitud (otra muestra de ocultismo), hasta que, tras una nueva solicitud, por obligación jurídica, reconoció nuestros derechos. Nos parece de extrema gravedad que tanto el Ayuntamiento de Amescoa Baja como el Concejo de Artaza nos marginen de esta forma.