Clara victoria en el primer partido en Austria
No es el David, pero ya toma forma
Los leones, pese a la baja por fiebre de Ander Herrera, superaron con facilidad al Eintracht Braunshweig con dos goles en cada mitad.
Eintracht Braunschweig 0
Athletic 4
Arnaitz GORRITI
Cuenta la leyenda que Michelangelo Buonarroti, al esculpir el David, dijo que él nunca vio un bloque de mármol, sino que veía la escultura que aguardaba dentro, y que su principal labor fue limar las imperfecciones hasta que la obra emergiera. Ni Ernesto Valverde es Miguel Ángel, ni su nuevo Athletic parece aspirar a ser su David, pero lo cierto es que se ve que el equipo empieza a tomar la forma que su nuevo preparador quiere.
La contundente victoria sobre el Eintracht Braunschweig fue la forma redonda de acabar un día que empezó algo torcido, con la baja de Ander Herrera por fiebre, y después de que Valverde decidiera descartar a Iñigo Pérez y Muniain, que realizaron el entrenamiento matutino aparte. Con una nutrida presencia de aficionados rojiblancos en el Kufstein Arena, los leones dieron cuenta, sin muchos alardes, pero con solidez, de este equipo de la Bundesliga.
Solidez instigada por el entrenador bilbaino, que corregía continuamente a sus jugadores para presionar la salida de balón del equipo alemán. Markel Susaeta, uno a los que más apretó Valverde, abrió la lata a los 13 minutos, fruto de la presión que hizo al eibartarra robar el balón en tres cuartos de campo, marcharse solo a la portería alemana y batir la apresurada salida del cancerbero Davari por alto.
Y de eibartarra a eibartarra, Iñigo Ruiz de Galarreta se estrenó como goleador con el primer equipo mediada la primera parte. Se valió del servicio interior de Iraola, aunque precisó un rechace para anotar el 0-2.
Cambios con resultados
El Eintracht Braunschweig se estiró al verse con el marcador en contra, y tuvo una ocasión a los 37 minutos, pero Iago Herrerín, que solventó la papeleta con buena nota, desbarató el remate de Kluft, de modo que el duelo llegaba 0-2 al receso.
Valverde cambiaba por completo su once -salvo Herrerín- y le salió perfecto. El cuadro bilbaino saltó más despierto que su rival, y Aduriz aprovechó para marcar el 0-3 en el minuto 47.
Saborit -que jugó de interior-, Balenziaga, Ramalho, o Toquero y De Marcos, que acabaron intercambiando sus posiciones, fueron a quienes más apretó Valverde. Modificó su dibujo para jugar con dos delanteros -aunque Toquero y De Marcos pudieron extender su «latifundio» con sus movimientos-, con Beñat e Iturraspe distribuyendo.
Una parada de Herrerín a Korte fue el preludio del 0-4, un gran pase de Aduriz que De Marcos remachó. Era el minuto 75, y el Eintracht Braunschweig buscó la honrilla de marcar. Una vez más, Herrerín lo evitó con otro par de buenas paradas que, con todo, evidenciaron cierta descoordinación atrás. Total, que 0-4 y sensaciones positivas de una escultura que empieza a adquirir forma.
Satisfecho con la intensidad y la actitud de sus jugadores más allá del resultado, Ernesto Valverde subrayó la «disposición de mantener una presión alta y acompañarla. Estamos mejorando».
Dos onces distintos -y esa será la idea en los próximos partidos, amén de hacer probaturas- «y dos estilos diferentes. En la primera mitad teníamos la opción de jugar por dentro con Galarreta, mientras que en la segunda el balón ha ido tan rápido, aunque hemos tenido menos pérdidas en zonas conflictivas. Hacia el final de la primera parte nos han robado un par de balones y hemos de tener cuidado. Tenemos la intención de jugar interior sin estar bien colocados, y facilitamos la presión del rival», advirtió.
Entre los nombres propios brilló Iñigo Ruiz de Galarreta, junto con Herrerín. Si bien el técnico subrayó que «de los chavales estoy satisfecho con ellos: Morán, Albisua, Saborit...», del portero destacó Valverde que «compite bien», mientras que del centrocamposta eibartarra dijo que «lo pelea todo. Y aunque a veces se tiene que calmar, de actitud está muy bien, envidiable». A. G.
