El secretario general de Eusko Alkartasuna compareció ayer ante los medios para hacer una valoración global del curso político que ahora termina. Por ello, Pello Urizar enlazó el inmovilismo del Gobierno español en torno al proceso de paz y normalización política con las negociaciones entre PNV y PSE para alcanzar un acuerdo fiscal que daría oxígeno al Gobierno de Iñigo Urkullu.

En su opinión, el parón estival llega tras «un curso que ha sido intenso pero ha dejado pocos resultados positivos». Lo positivo es que «el panorama político está cada vez más claro, con las fuerzas políticas posicionadas más claramente»; la otra cara de la moneda está marcada por el hecho de que ha habido «pocos resultados concretos, pocos avances, pocos pasos adelante».

Ni un paso adelante han dado las autoridades españolas, según juzga Urizar. «En materia de proceso de paz y normalización, el curso que cerramos será recordado como el último en el que el Estado español ha podido mantener su inmovilismo. Y con eso no estamos diciendo que confiamos en la voluntad del Estado, sino que los acontecimientos le van a obligar a moverse», aseguró.

«Con la soga al cuello»

La preocupación de EA se centra en esto momentos en la actitud que mantiene el PNV, ya que entiende que «la prioridad debe ser mirar hacia dentro, a la sociedad, los agentes sociales y los partidos políticos vascos», mientras que observa a la formación jeltzale «más pendiente de crear las condiciones para hacer público el pacto con el PSE que de otra cosa».

«Tenemos al PNV más regionalista justo en el momento que más oportunidades de poner en marcha un proceso soberanista hay», indicó Urizar, que reprochó a Urkullu y a su partido que se dediquen «a la mera gestión, en la que tampoco obtienen resultados, entre otras cosas, porque mientras estemos unidos a España continuaremos con la soga al cuello».