Hamas rechazó el anuncio realizado por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, el pasado 19 de junio de un principio de acuerdo entre el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu y el presidente de la ANP, Mahmud Abbas, para reanudar las conversaciones de paz, cuestionando la «legitimidad de Abbas para negociar en nombre del pueblo palestino sobre cuestiones fundamentales».

El movimiento Al-Fatah de Abbas y Hamas han establecido una nueva fecha límite, el 14 de agosto para poner en práctica las disposiciones clave del acuerdo de reconciliación, firmado hace más de dos años en El Cairo y constantemente aplazado.

Sin embargo, la reanudación del diálogo con Israel «podría profundizar la división entre los palestinos e impedir la reconciliación», aseguró a AFP Walid al-Moudallal, profesor de Historia y de Ideas Políticas en la Universidad Islámica de Gaza.

«Sencillamente, no es posible hablar de reconciliación cuando una parte rechaza las decisiones de la otra en las conversaciones de paz y el futuro de los palestinos», afirmó, en tanto que Hamas no reconoce Israel.

Samir Awad, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Bir Zeit en Cisjordania, está de acuerdo. «La reanudación de las conversaciones con Israel plantearía graves obstáculos en el camino de la reconciliación», agregó.

«Israel se convertirá en un factor más importante en la situación interna palestina en caso de reanudación del diálogo», dijo.

En un comunicado, Hamas instó a «Al-Fatah a elegir entre la reconciliación con la ocupación y el pueblo palestino», señalando la reticencia de una gran parte de la opinión pública a reanudar un proceso de paz estéril.

Diferencias en la caída de Morsi

Adnan Abu Amr, profesor de la Universidad de Ummah en Gaza, también considera incompatible la reconciliación palestina con las conversaciones con Israel.

Aunque, según él, hay muchos otros obstáculos para la unidad palestina. «La reconciliación quedará de todos modos congelada hasta que Egipto resuelva sus problemas internos», precisó.

Al-Moudallal advirtió también de que la reanudación del diálogo «alejaría la reconciliación a una fecha remota, ya que Egipto, que es el garante, está centrado en sus asuntos internos y corre peligro de no estabilizarse de momento».

Abbas entregó el domingo al embajador egipcio una carta dirigida al jefe del Estado interino, Adly Mansur, en el que elogiaba su «hoja de ruta, la consolidación del proceso democrático en Egipto», informó la agencia oficial Wafa. Insistió en «el papel de Egipto en la materialización de la reconciliación palestina y del compromiso de los dirigentes palestinos con el acuerdo firmado bajo sus auspicios», indicó.

Frente a Abbas, quien rindió tributo al papel del Ejército, el jefe del Gobierno gazatí de Hamas, Ismail Haniyeh, instó el 5 de julio a no perder la esperanza en las revoluciones árabes, sin criticar explícitamente la destitución de Morsi, aunque sí condenó la matanza de 51 de sus partidarios el pasado 8 de julio en El Cairo.

Pero el analista político palestino Hani Habib relativiza la influencia de factores externos, haciendo hincapié que «los obstá- culos a la reconciliación son internos y no tienen nada que ver con las negociaciones». La falta de progresos se debe «principalmente a la falta de voluntad de las partes palestinas», agregó, en referencia al calendario y la formación de un Ejecutivo no partidista y a la convocatoria de elecciones.