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CRíTICA: «Llévame a la luna»

La alegría está en las comedias románticas y tontorronas

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Mikel INSAUSTI

Es imposible no reírse con Dany Boon, que posee una comicidad basada en el infalible clásico de la torpeza de gestos y movimientos. En «Llévame a la luna» tiene todavía más gags físicos que en la exitosa «Bienvenidos al norte». La coreografía del kasachov es el momento más divertido, junto con el número de la anestesia en el dentista con medio cuerpo y casi toda la cara paralizados, sin desmerecer del chiste de la crema depilatoria aplicada en la cabeza en lugar del champú, o el del encuentro con un león salvaje empleando maniobras de despiste a cada cual más irrisoria.

Se ha dicho que en «Llévame a la luna» Dany Boon se queda algo solo en su recital humorístico, al no contar como pareja con una actriz de comedia pura. Diane Kruger se inicia en el género con un gran esfuerzo interpretativo de su parte, y le sigue bastante bien el juego a su compañero de reparto, a pesar de que las gracias las hace siempre él. Ella también acaba bailando el kasachov, y, al menos, consigue arrancar las carcajadas del público in extremis.

Sobre la supuesta falta de química entre ambos, me gustaría matizar que desde la perspectiva argumental no tiene porqué haberla. Los nerds están cada vez más de moda en la televisión y en el cine, tanto que ya empieza a estar aceptado que se acaben quedando con la chica, en una especie de versión actualizada de «La Bella y la Bestia». A algún sector del público, sobre todo masculino, le podrá irritar que Diane Kruger termine en brazos de Dany Boon, pero este tipo de raros solitarios de apariencia fracasada llegan a tener su encanto, precisamente como alternativa a unos modelos, basados en el culto al cuerpo, que ya saturan.

Pascal Chaumeil vuelve a contar con el equipo de guionistas de su cotizada comedia «Los seductores», quienes le dan de nuevo un aire cosmopolita a la película, partiendo de una idea igualmente original: la prometida que debe casarse y divorciarse a la carrera con un desconocido para romper la maldición del primer matrimonio fallido que pesa sobre su familia, y así poder unirse para siempre en segundas nupcias con su verdadero amor...

 

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