Clásica de Ordizia
El ciclismo africano se estrena a lo grande en Euskal Herria
El corredor eritreo Daniel Teklehaimanot demarró en el último kilometro, dejando atrás a Ángel Madrazo y entrando solo en la línea de meta, logrando la victoria más importante de su carrera profesional.
Jon LEUNDA
El eritreo Daniel Teklehaimanot se adjudicó ayer la Clásica de Ordizia tras superar en dos segundos a Ángel Madrazo y en ocho a un grupo de seis corredores liderado por David Arroyo. El africano consiguió su primera gran victoria en Europa, siendo el gran protagonista de la prueba, junto al equipo Euskadi. En el otro lado se quedaron Movistar y Euskaltel, que eran los favoritos para la victoria.
Como suele ser habitual en Ordizia, los intentos de fuga comenzaron nada más dar el pistoletazo de salida, aunque esta vez costó un poco más de lo habitual cuajar la escapada. Al final se consiguió y se metieron 18 corredores, entre los que destacaban Illart Zuazubiskar, Unai Iparragirre y Haritz Orbe de Euskadi e Igor Merino del Euskaltel. Tras el segundo paso por Ordizia la diferencia era de 3 minutos y 55 segundos, mientras que para el tercero se redujo a 2 minutos y 31 segundos.
Cuando ya se acercaba la línea de meta, el pelotón comenzó a reaccionar, mientras que en el grupo de escapados también se iniciaron los ataques. Eloy Teruel del Movistar y Zuazubiskar de Euskadi fueron los primeros en atacar y más tarde también lo intentó Orbe, culminando el gran trabajo de todo el conjunto de la Fundación.
En el último paso por Altzo, el Movistar comenzó a mover a sus hombres, mientras que en el Euskaltel, Gorka Izagirre se quedaba atrás, ya sin opciones de victoria, mientras que Verdugo se convertía en el único corredor con opciones para ganar en el conjunto naranja.
Pero cuando nadie lo esperaba, comenzaron los ataques del africano Daniel Teklehaimanot, que llegó al último kilómetro en compañía de Ángel Madrazo, pero el de Eritrea no quería riesgos y en los últimos metros volvió a intentarlo, para llegar a la línea de meta en solitario y lograr la victoria más importante de su carrera profesional.
El equipo Euskadi fue otro de los grandes protagonistas de la jornada, adjudicándose tres premios. Unai Iparragirre se llevó el premio de las metas volantes, Haritz Orbe al mejor sub 23 e Illart Zuazubiskar al corredor más luchador. Cardoso, del Caja Rural, fue el mejor de la montaña y Movistar ganó por equipos, mientras que Verdugo, del Euskaltel, fue el primer vasco.
Daniel Teklehaimanot afrikarra gizon zoriontsua zen atzo Ordiziako helmugan. «Afrikako txirrindularitzarentzat hau oso garrantzitsua da», esan zuen Eritreakoak. «Lasterketa oso gogorra izan da. Hiru aldiz saiatu naiz ihes egiten, baina azkenekoan bakarrik lortu dut helburua, eta azkenean nire kirol bizitzako garaipenik handiena lortu dut», esan zuen afrikarrak.
Euskadi taldeko Unai Iparragirre ere gizon zoriontsua zen. 25 urte betetzen zituen egun berean, lasterketa bikaina egin zuen, tarteko helmugetako saria lortuz. «Lasterketa hau txikitatik jarraitu dudana izan da, eta hemen aritzea ikaragarria izan da. Gero, gure helburua hasieratik ihesaldietan sartzea zen, eta hiru sartu gara. Horrez gain, mendiko eta tarteko helmugak irabaztea zen beste helburua, eta azkenean hortik bat irabazi dugu, baina beste bi sari ere lortu ditugu. Lasterketa handia egin dugu», esan zuen Iparragirrek. Beste aldean, Gorka Verdugo zegoen. «Altzo igotzen Izagirre geratu egin da, eta gero taldean irabazteko aukera nirea zen, baina ez dugu asmatu. Caja Rural eta Movistar ez dira ados jarri, eta gutako inork ez du irabazi», esan zuen. J.L.
La organización de la Clásica de Ordizia quiso homenajear al excorredor vizcaino Antón Barrutia, que fue el ganador en el año 1963, defendiendo los colores del mítico equipo del Kas. El vizcaino recibió obsequios y el aplauso del numeroso público que se acercó a presenciar la entrega de premios.
La nota negativa de la calurosa jornada de ayer, la protagonizó el equipo ruso de Lokosphinx, que no acudió a la línea de salida, tal y como estaba previsto, por lo que hubo un equipo menos de lo previsto. Los rusos iban a acudir a la prueba de Ordizia con ocho corredores, liderados por Arkimedes Arguelles.