Anaitasuna comenzará la Liga el 14 de setiembre fuera de casa, en la pista del Cangas (antepenúltimo clasificado de la pasada temporada), y la finalizará también fuera de casa el 24 de mayo en la pista del otro equipo gallego, el Academia Octavio, si finalmente logra solventar sus deudas económicas y recibe el visto bueno de la Asobal para participar. En caso contrario podría ser el ARS Palma del Río cordobés, o incluso el Bidasoa, según como se resuelva una situación que podría alargarse hasta las primeras semanas de agosto.

El Octavio tenía de plazo hasta la medianoche de ayer para ponerse al día, el Palma del Río ya estaba advertido y le habían ofrecido la plaza con el 31 de julio como fecha límite para contestar, y a partir de ahí podría entrar en escena el Bidasoa. El BM Aragón ha resuelto satisfactoriamente el convenio de su concurso de acreedores, y por tanto mantendrá su plaza.

Resuelta la incógnita del calendario, queda por saber cómo será la próxima temporada, que se presenta muy diferente a las 33 disputadas ya como Liga Asobal. La forma en que la crisis económica ha azotado al balonmano ha dejado la Asobal en los huesos, con una fuga de talentos a otras Ligas -jugadores y entrenadores- que no se había conocido nunca, y que deja al Barcelona como único favorito.

De sus principales rivales de la pasada edición, el Atlético de Madrid ha desaparecido y el Ademar León reconstruye su proyecto casi desde cero, abrumado por sus deudas. Solo Naturhouse, con el apoyo de la comunidad riojana, mantiene su potencial -e incluso lo mejora-, pero no para discutir el título al Barça, sino para convertirse en el mejor de todos los demás.

El equipo de Logroño, el único que consiguió ganar al campeón la pasada Liga (aunque en la penúltima jornada, y con todo ya decidido, 33-31), y el único también que acompañará al Barcelona en la Champions League tras la espantada del Atlético, se ha convertido en la referencia y equipo a batir por los demás, porque el Barcelona se ha alejado tanto que necesitará un gran esfuerzo de concentración para mantener su nivel competitivo, el que necesitará en Europa.

Anaitasuna, fiel a su línea de no gastar lo que no tiene, ha logrado mantener buena parte de su plantilla y, apoyándose en el concepto de equipo que le ha inculcado Aitor Etxaburu, afronta una campaña ilusionante. En la última Liga, que fue muy buena, solo seis equipos acabaron por delante. Uno de ellos ya no está, y las distancias con los demás no son insalvables. Su objetivo es repetir, o incluso mejorar.