La campaña electoral para la primera vuelta de las presidenciales, mañana, en Mali, se cerró ayer sin noticia de graves incidentes durante las últimas tres semanas.

Persisten las dudas sobre las condiciones del escrutinio en Azawad, concretamente en Kidal y su región, feudo del tuareg Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA).

Pese al acuerdo que el MNLA y Bamako firmaron el 18 de junio de cara a posteriores negociaciones y para permitir los comicios, el retorno de un puñado de soldados malienses a la ciudad ha sido recibido con manifestaciones populares de protesta.

En lo que respecta a Mali, dos son los candidatos a unas elecciones que el Estado francés ha forzado a toda costa, y con toda la presión de la UE: el exprimer ministro Ibrahim Boubacar Keita (cuenta con el apoyo del Alto Consejo Islámico) y el ex ministro Soumaila Cissé.