Corea del Norte lustraba ayer los fusiles, tanques y misiles para el gigantesco desfile de militar de hoy en la capital, Pyongyang, con motivo del 60 aniversario del final de la guerra de Corea, sellada con un armisticio el 27 de julio de 1953. Separadas por una línea divisoria señalizada por alambres de púas y torres de observación y plagada de minas, las dos Coreas se han ido alejando desde todos los puntos de vista: político, social y económico. La frontera trazada por la ONU en 1953 e impugnada por Pyongyang, es casi la misma que antes de la guerra. Pero, Corea del Norte celebra el armisticio como el «día de la victoria» después de una «guerra de liberación de la patria».

Este aniversario llega en un momento en que las dos Coreas intentan mitigar las tensiones surgidas después de un disparo de cohete, un ensayo nuclear y amenazas de ataques.