La Diputación de Gipuzkoa ha elaborado un proyecto de norma foral para la financiación de las carreteras que está dando mucho que hablar. La diputada de Movilidad e Infraestructuras Viarias, Larraitz Ugarte, quiere que dicho proyecto, que prevé la implantación de nuevos peajes y debe ser refrendado por las Juntas Generales, se ponga en marcha en octubre del 2014. Remarca a GARA que han recibido una herencia nefasta del anterior Gobierno y asegura que están «obligados» a tomar medidas para resolverlo.

¿Cuál es la razón principal de la elaboración de un nuevo proyecto para la financiación de las carreteras de Gipuzkoa?

Cuando nosotros accedimos a la Diputación de Gipuzkoa nos dimos cuenta de dos hechos fundamentales: que había un déficit en el mantenimiento de las carreteras y que existía un agujero de 900 millones de euros en Bidegi. Resulta que en los últimos años se ha construido demasiado y, además, se ha ejecutado mal. El resultado de eso es que 300 millones de euros se han ido en desfases, con una media de desfase del 48% en Bidegi. Por ello, decidimos que había que dar una solución a esa situación.

Por lo que ha comentado, uno de los propósitos sería hacer frente a la deuda de Bidegi. ¿A qué otros objetivos responde la nueva norma foral?

El otro objetivo sería poner las carreteras de alta capacidad de Gipuzkoa en un punto cero a nivel técnico. Es decir, que esas carreteras estén adecuadas a la normativa europea. En los últimos 40 años no se han hecho trabajos de adecuación en la N-I, hasta el punto de llegar a tener puentes en situación de ruina técnica.

Algunas voces insisten en poner un peaje en Etxegarate...

La medida de poner un peaje en Etxegarate nos parece parchear el problema y no garantiza para nada el sostenimiento de Bidegi. Además de estar en contra de poner una barrera física con los otros territorios, esa solución que se propuso en la anterior legislatura, y que contó con el apoyo del PNV y del PSE, tendría una recaudación de tres millones de euros, según un estudio que hemos realizado, algo que no nos parece suficiente.

Según la nueva norma foral, ¿pasarían a ser de pago carreteras que actualmente son gratuitas?

Así es. Prevemos que la N-I, la A-15, la N-121 y la GI-632 sean de pago. Quisiera matizar que el PNV ya había pactado con los bancos que el 1 de abril de 2015 se iba a poner peaje en la GI-632. Además, se contemplaba que el transportista tenía que ir obligatoriamente por esa vía, que tendría la prohibición de ir por la vía alternativa, y además que debería pagar ocho euros. El planteamiento que estamos haciendo ahora considero que es socialmente más aceptable, porque no vamos a poner una playa de peaje y vamos a implantar el sistema Arkupe también en la GI-632. Con esta medida, todas las vías de alta capacidad del territorio serán de pago.

¿En qué consiste exactamente el sistema Arkupe?

Es un sistema de flujo libre, sin barreras, donde el usuario tiene un Vía-T o puede tener su matricula leída y asociada a una tarjeta de crédito. El sistema lee cada vehículo que pasa, cada matrícula, y sabe si ese usuario ya ha realizado el pago o tiene un sistema de pago al que se le puede cobrar. El sistema cobra en función de los tránsitos que se han hecho.

Y el usuario. ¿cómo puede realizar el pago?

Hay más de una manera de realizar el pago. Por una parte, los usuarios podrán pagar con una Vía-T asociada a una cuenta bancaria. También el sistema permite leer la matrícula sacando una foto y, de esa manera, asocia la matrícula a una tarjeta de crédito. Todavía estamos realizando el proyecto tecnológico y de aquí al 2014 iremos perfilando más las cosas.

¿Primero se abona el importe y luego se devuelve la cantidad correspondiente?

Así es. Vamos a ampliar las funciones de Bidegi y el control de estas carreteras será del ente público, aunque con un mayor control. De esta manera, la gente estaría pagando a Bidegi, como pasa hoy en la AP-8 y en la AP-1. Entonces, esa diferencia entre cero euros y lo que se ha pagado realmente será devuelta por la Diputación vía subvención. El objetivo es que Bidegi amplíe sus ingresos y que pueda responder a la deuda. Asimismo, se pretende que disponga de más dinero para realizar el mantenimiento de estas carreteras, que ya no dependerían de la Diputación, por lo que la ciudadanía guipuzcoana ahorraría en esas vías.

Sin embargo, los vehículos ligeros de Gipuzkoa no pagarán...

Aquí ha habido una mala intención o una falta de entendimiento, pero la cuestión es que todos van a pagar un tope de 25 euros, independientemente de dónde sea el usuario. El caso es que a los guipuzcoanos les subvencionaremos el 100%. Entonces, la diferencia entre un guipuzcoano y un no-guipuzcoano será que su propia Diputación le abona la subvención con cargo a sus presupuestos. La Juntas Generales decidirán anualmente tener una partida para ello, con un cantidad que puede variar según las mayorías de la Cámara. Es el mismo sistema que existe en otros herrialdes. Por ello, quiero denunciar la actitud de acoso y derribo que están teniendo el resto de las instituciones que hacen exactamente lo mismo. El vizcaino paga menos que el guipuzcoano en los tramos de Bizkaia, y el alavés lo mismo. ¿Por qué dicen que lo nuestro es discriminatorio y lo suyo no, si estamos haciendo los mismo?

No obstante, el tema con los transportistas locales parece más complicado...

Pensamos que es normal que los transportistas no estén de acuerdo con esta norma foral, porque les afecta y les perjudica directamente. Nosotros, lo que venimos a decir es que no queremos que se pongan esos peajes y, además, que los paguen los transportistas. Tienen que pagar los cargadores, aquellas empresas que realizan el transporte, para que el transportista pueda repercutir el coste de ese peaje y el del carburante al cargador. Por otro lado, las leyes europeas son totalmente restrictivas y no permiten que en el caso de los transportistas se puedan hacer discriminaciones. No nos han dejado más opciones que plantear un 13% de descuento en función de un número de viajes.

Ha realizado una ronda de contactos con sus homólogos de Araba, Bizkaia y Nafarroa. ¿Qué valoración hace y qué respuestas ha recibido al planteamiento de crear una mesa de coordinación?

Las valoración que hago es que todo el mundo se ha permitido el lujo de ir contra la Diputación de Gipuzkoa, sencillamente porque es de Bildu. Lo que han hecho es insólito y obedece más a una estrategia de acoso y derribo a la Diputación de Gipuzkoa, a cómo podemos desacreditar a Bildu, que a otra cosa. En privado, y hablando en serio, todos compartimos el diagnóstico de que en Gipuzkoa se ha gestionado fatal y de que existe un problema.

En cuanto a la mesa de coordinación, oficialmente no ha respondido ninguno. Les trasladé que en setiembre iba a realizar una segunda ronda con ellos. Es muy fácil criticar, decir que se nos va a denunciar y luego no hacer nada. Yo les invito a que nos sentemos a trabajar.

¿Cuánto esperan recaudar con la nueva norma foral?

Calculamos que con la nueva normativa se pueden recaudar entre 38 y 40 millones de euros anualmente. Hay que decir que estas son unas predicciones muy conservadoras. Hemos hecho un análisis en función de los tráficos reales y les hemos puesto unas tarifas reales. No hemos hecho una previsión de tráfico como se hacía antes.

Se debe tener en cuenta que Bidegi es una sociedad que actualmente recauda 100 millones de euros, cuando estaba previsto que tenía que recaudar alrededor de 130 millones, y a partir del 2015 tendrá que pagar unos 70 millones a los bancos. Los costes de mantenimiento actualmente son de 37-38 millones, por lo que las cuentas no salen.

Hemos hablado mucho de cómo recaudar dinero, pero ¿tienen alguna propuesta sobre cómo reducir los gastos?

En cuanto a la propuesta sobre la reducción de gastos, nos encontramos con el contrato que tenemos con Bidelan. En su día, se firmó con ellos un contrato para diez años con una prórroga de cinco. La propuesta que ellos hacían era cobrar por cada vehículo que pasara. Sin embargo, en el 2010 dicen que no están ganando lo suficiente y Bidegi les modifica el contrato. Pasaron a cobrar gastos más el 7%. Por ello, la factura que había que pagar a Bidelan aumentó hasta el punto de que entre 2009 y 2012 les hemos pagado 16 millones, que han ido a parar a empresas privadas. Empresas privadas repartiéndose dividendos, y mientras, nosotros, sin poder hacer frente a nuestros compromisos. Esto lo hicieron los anteriores gestores, a sabiendas de que era lesivo para la sociedad guipuzcoana. Por ello, hemos iniciado un expediente de lesividad con Bidelan.

El proyecto necesita el apoyo de las Juntas Generales. ¿Qué se puede esperar de ello?

La oposición está en una fase en la que tiene que marcar posiciones. Habrá que ver. Pero quiero hacer un especial llamamiento al PNV porque creo que tienen una responsabilidad mayor que el resto de partidos. A nosotros nos ha tocado gestionar un filete mordido, una herencia que es muy perjudicial, y no podemos dejar este lastre para la siguiente legislatura.

El día 30 de julio pondremos el proyecto en información publica y, tras ser aprobado en el Consejo de los Diputados, irá a las Juntas Generales para su aprobación, previsiblemente en setiembre. Para finales de año la nueva norma foral puede estar aprobada y su implantación podría realizarse en octubre del año 2014.