El Gobierno sirio anunció ayer que ha alcanzado un acuerdo con la ONU sobre «los medios para seguir adelante» con la misión de este organismo que debe investigar la presunta utilización de armas químicas.

Este anuncio se produce después de que el pasado miércoles, el jefe de esa misión, Ake Sellström, y la Alta Representante de la ONU para el Desarme, Angela Kane, llegaran a la capital siria para analizar con las autoridades los detalles del despliegue de la misión.

Los responsables de la ONU, que visitaron Damasco entre el miércoles y el jueves, se entrevistaron con el titular sirio de Exteriores, Walid al Mualem, con quien analizaron la labor de la misión en unas conversaciones «globales y fructíferas».

Por otra parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con base en Londres, informó que en Homs «el Ejército, apoyado por combatientes de Hizbullah, progresó y actualmente controla 50% de Jaldiye», un bastión de los grupos armados y uno de los barrios más grandes de la ciudad. Durante la noche del viernes, «los violentos bombardeos con morteros y artillería no cesaron», señaló Rahman, agregando que los combates en la zona eran «muy intensos».

La agencia de noticias estatal SANA denunció que en Jan al Assal, en el norte del país, «grupos terroristas han perpetrado una masacre y han mutilado los cuerpos de los mártires».