El mismo día que la USADA, la Agencia Estadounidense Antidopaje, anunció que el contranálisis de Tyson Gay había dado positivo, sus homólogos se divertían en Londres en la segunda jornada del mitin de la Diamond League. Lo cerró Bolt, corriendo la última posta del relevo de 4x100 con su club y firmando 37.75, que sin embargo no superan la mejor marca en manos de los estadounidenses tras su puesta en escena de Monaco hace una semana (37.58).

La nigerina Blessing Okagbare ejerció de verdugo de Shelly-Ann Fraser-Pryce, la doble campeona olímpica de 100 metros, que solo pudo ser cuarta un rato después de renovar la mejor marca del año (10.77) en una vibrante semifinal. Okagbare invirtió dos centésimas más -10.79 con viento favorable de 1,1 m/s- y batió el récord de África prosiguiendo su buen verano entre el sprint y la longitud.

Los saltadores no se cortan

Si la víspera el ucraniano Bondarenko se atrevió a intentar el récord de Sotomayor (2,45 metros) tras ganar la altura con 2,38 pero fallando en 2,47. Ayer fue Renaud Lavillenie quien atentó contra la plusmarca de Bubka (6,15). Tras firmar 6,02, la mejor marca mundial del año, y franquear por cuarta vez en su vida los seis metros, el francés se creció pese a la lluvia y solicitó unos 6,16 que se demostraron demasido largos. Esto no impidio que se convirtiera en la estrella de una reunión de lujo, para festejar su primer aniversario como campeón olímpico en el mismo escenario.