Rumbo a la República de Catalunya
En su informe al Govern de Catalunya, el Consell Assessor per a la Transició Nacional marca el camino de la consulta sobre la independencia, su calendario, la pregunta y las alternativas a una negativa del Estado frente a la consulta. En sus 221 páginas, los trece miembros del Consell hacen propuestas concretas, materializables, con rigor intelectual y un exhaustivo análisis legal. Además de analizar las razones que fortalecen la legitimidad de la consulta, de orden histórico o basados en prácticas internacionales y en el juego de la democracia, zanja cuestiones básicas. A saber, una única pregunta, clara, concisa y políticamente fácil de gestionar que lleve sin subterfugio o tabú alguno la palabra independencia. Y por otra parte, ante una segura negativa del Estado propone las opciones de unas elecciones plebiscitarias o, directamente, la declaración unilateral de independencia.
Esta hoja de ruta, al margen de que en las próximas fechas puedan conocerse más detalles como el de la fecha de la consulta, propone que el Govern de Catalunya demuestre la voluntad de acuerdo con Madrid y negocie fórmulas y procediemientos para materializarla. Tiene su sentido guardarse las espaldas y ser escrupuloso en los pasos legales. Sabiendo que toda negociación implica renuncia y que no será posible, para nadie, controlar por completo un proceso así cuando ya está en marcha, en caso de romperlo que quede claro y jurídicamente explicitado, ante la ciudadanía de Catalunya y ante el mundo quién lo rompe. Es inteligente también no cerrar la puerta a una proclamación unilateral de independencia, es una carta poderosa en el juego negociador.
Una consulta sobre la independencia, más que un hecho jurídico, es una cuestión política de primer orden. Una apuesta que no será fácil, que tendrá que enfrentar amenazas internas y externas, dudas y desacuerdos además de, como se dice, tragar algún que otro sapo. Con todo, el independentismo catalán tiene motivos para la confianza: no es patrimonio de un partido o un líder concreto, descansa en un movimiento social amplio y vibrante. Y ha cogido la ola independentista que recorre Europa anunciando la República de Catalunya.