Galván ingresa en prisión, mientras persisten las dudas sobre su indulto
El pederasta Daniel Galván, detenido el lunes en Murcia después de que Marruecos lo indultara pese a la gravedad de los delitos por los que fue condenado a 30 años, fue trasladado ayer a la prisión de Soto del Real. Este insólito caso sigue generando muchas interrogantes sobre los vínculos de Galván con los servicios de inteligencia española, su rápida excarcelación y su facilidad para entrar en el Estado español.
GARA | MADRID
El juez de la Audiencia Nacional española Fernando Andreu ordenó ayer el ingreso en prisión del pederasta David Galván, que sobre las 13.00 fue trasladado a la prisión de Soto del Real.
Condenado en Marruecos a 30 años de prisión por abusar sexualmente de once menores, algunos de tan solo tres años, fue indultado por el rey marroquí a raíz de unas gestiones del monarca español durante el reciente viaje que realizó a Marruecos por asuntos «comerciales».
Su excarcelación generó una inusual indignación entre la ciudadanía, que no acostumbra a poner en duda las decisiones del rey, a quien no se puede cuestionar. Pese a la fuerte represión de la Policía, las manifestaciones se extendieron por varias ciudades obligando al monarca Mohamed VI a adoptar una «actitud pragmática» y a revocar el indulto excusándose en que no había sido informado de la gravedad de los delitos cometidos por Galván, de origen iraquí y cuya verdadera identidad sigue siendo un misterio.
«Esta es la primera vez que la sociedad civil marroquí se ha opuesto una decisión del rey. Es la primera vez también que en Marruecos un violador es condenado a 30 años y, dos años más tarde, es liberado de esta manera tan inaceptable para la ciudadanía», subrayó en declaraciones a Al Jazeera, Driss Ksikes, director de la web del periódico «Economia». «Lo sucedido encierra muchas interrogantes. No se explica la rapidez con la que Galván fue excarcelado nada más decretarse su indulto y cómo entró tan rápido en España. La clave tal vez esté en la supuesta conexión de este hombre con los servicios secretos españoles», añadió.
En medio del revuelo generado, Madrid anunció ayer la detención de Galván por efectivos de la Policía española en un hotel de Murcia pese a que horas antes, fuentes del Ministerio de Justicia habían dicho que desconocían su paradero desde que el miércoles entró en territorio español por Ceuta.
Durante su comparecencia ante Andreu, Galván rechazó ser extraditado a Marruecos invocando su arraigo en el Estado español por sus amistades y por tener una casa en Torrevieja.
El magistrado rechazó este extremo asegurando que «carece de arraigo, familiar, social económico o de otro tipo que neutralice la tentación de ponerse fuera del alcance de la Justicia».
En el plano político, la secretaria de Política Social del PSOE y exministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, exigió al Gobierno de Mariano Rajoy explicaciones e información «clara contundente y oficial» sobre estos indultos y «cuál ha sido todo el proceso que ha llevado a un pederasta a estar en la calle».
Preguntó a La Moncloa por qué al recibir el indulto no informaron del error a la autoridades marroquíes «al ser un caso de tal gravedad».
Un vecino de Torrevieja (Alicante), padre de una menor, presentó el lunes ante el cuartel de la Guardia Civil de la localidad una denuncia contra Galván por presuntos abusos sexuales cometidos contra su hija, que en la actualidad sigue siendo menor de edad.
Esta no es la primera vez que un pederasta se beneficia de un indulto en Marruecos. En 2004, las autoridades marroquíes detuvieron en Marrakech al ciudadano francés Hervé La Gloannec mientras mantenía relaciones sexuales con un chico de 15 años. En su ordenador portátil le fueron incautadas 17.000 fotografías de niños y 140.000 vídeos de pornografía infantil. Fue condenado a cuatro años de prisión, aunque posteriormente le redujeron la condena a la mitad. En 2006, fue indultado por el rey alauí y liberado. Según desveló «Lakome.com», La Gloannec fue indultado con motivo del 50 aniversario de la independencia de Marruecos. Su caso fue desvelado por el semanario marroquí «Tequel» tras la filtración por parte de WikiLeaks de un cable de la embajada estadounidense haciéndose eco de este caso.
En 2006, otro ciudadano francés, el reconocido director de teatro Jack Henri Soumére fue también liberado tras ser detenido el 24 de abril de ese año en Marrakech en compañía de dos menores marroquíes y acusado de corrupción de menores, posesión de estupefacientes y homosexualidad.
En mayo pasado, varios miles de personas participaron en una «marcha blanca» en Casablanca para denunciar la pederastia y la violencia contra los niños a raíz de la agresión a una niña de nueve años. GARA