El consejero de Fomento del Gobierno navarro, Luis Zarraluqui, remarcó ayer el rechazo a los peajes que quiere instalar la Diputación de Gipuzkoa en carreteras con conexiones con Nafarroa, obligado por la deuda acumulada por Bidegi. Le instó a mantener sus infraestructuras exclusivamente con sus presupuestos. Se da la circunstancia de que en la misma A-15 por la que el Gobierno navarro no acepta el nuevo peaje existen hasta tres puntos de pago en su territorio: Zuasti, en la entrada norte a Iruñea; Oriz-Tiebas, en la entrada sur; y Marcilla.

Preguntado sobre la cuestión, Zarraluqui llegó a asegurar que la postura del Gobierno navarro «es `no' a ningún peaje». «Otra cosa sería si ese peaje obedeciera a la necesidad de hacer una nueva obra, que en este caso cabría planteárselo», matizó Zarraluqui en declaraciones realizadas en el Parlamento navarro.

Además de los citados peajes, el Gobierno navarro utiliza un sistema de pago «a la sombra» a las concesionarias, que adelantaron el dinero de las obras y a cambio cobran en función del número de viajeros que usan la vía. Es conocido que en el caso de la A-12 o Autovía del Camino (Iruñea-Logroño) ese sistema se está mostrando como muy costoso para las arcas navarras. Se calcula que este año paga por ello 180.0000 euros al día.

En relación a la interlocución que mantiene con la diputada guipuzcoana del ramo, Larraitz Ugarte, que está hablando con todos los gobernantes limítrofes, Zarraluqui se limitó a indicar que «entiendo que están buscando un consenso porque ellos tienen la intención de presentar su proyecto a las Juntas Generales de Gipuzkoa para ese mes, y yo creo que entienden que si la cosa tuviera menos conflictividad con las comunidades autónomas iría bien».