UDATE | AGOIZKO JAIAK
Menos dinero, más fiesta
Los recortes en los presupuestos de las fiestas de Agoitz no impedirán disfrutar de un variado programa hasta el próximo miércoles. La juerga arrancó ayer con el txupinazo lanzado por el colectivo Sarean y la txaranga Bilaketa, pieza clave de estos días.
GARA | AGOITZ
Contra los recortes, imaginación. Con esta actitud han afrontado en Agoitz la preparación de las fiestas de este año, ya que el presupuesto ha caído y no ha quedado otra alternativa que ajustarse a la situación económica que vive el pueblo.
Tal y como señala el alcalde de la localidad. Unai Lako, «el presupuesto se ha reducido más de la mitad en los dos últimos años». En 2011 las fiestas contaban con un fondo de 200.000 euros, que ahora se han quedado en 80.000.
Esto ha obligado a darle a la imaginación para confeccionar unas atractivas fiestas, que comenzaron ayer con el txupinazo lanzado conjuntamente por la txaranga Bilaketa y el colectivo Sarean. Según expresó Lako, «la txaranga es indispensable en las fiestas y es una forma de reconocerles el hecho de que estén todos los días en la calle». Por ello, en su 15º aniversario, se les propuso ser los txupineros. Junto a ellos, el nuevo colectivo Sarean «ya que se trata de un grupo con importantes objetivos sociales». De este modo, agradecen la labor de un colectivo totalmente necesario en un pueblo con un nivel de paro cada vez más alto y con muchas familias en dificultades.
Pese a los recortes, en Agoitz han decidido no suprimir actos del programa, sino hacer una reestructuración del mismo. Espectáculos como los fuegos artificiales, que hace unos años se podían disfrutar cada noche, ahora solo tendrán una sesión. El alcalde afirma que «la columna vertebral de las fiestas se mantiene» y a ello se suman novedades, pese a que «en fiestas nos gusta seguir con los actos tradicionales». Como novedad, este año llegó la colla de gigantes de Rubí, desde Barcelona. Se celebró un acto de hermanamiento, mientras que ayer por la tarde tenían previsto animar las calles con ritmos catalanes.
Otro de los «estrenos» llegará esta tarde, cuando se instalarán unas haimas para crear un espacio para compartir la fiesta con los vecinos saharauis.
El lunes estará dedicado a niñas niños, que podrán disfrutar de las barracas a un euro, mientras que los más mayores saborean una paellada popular después de haber participado en «Agoitz kantuz».
El presupuesto se ha reducido, pero las ganas de fiesta no y, por eso, no habrá un solo instante para el aburrimiento hasta el próximo miércoles.