Las probaturas se acabaron para los realistas y lo hicieron con derrota, con cuatro goles encajados, tres marcados es verdad, pero con la sensación de haber bajado algún escalón más que el ofrecido ante el Norwich hace unos días. Muchos goles en la primera mitad, mejor los donostiarras en la segunda, pero tampoco sin ofrecer el nivel de juego visto en su anterior encuentro en tierras inglesas. Quizá porque se topó con un rival más fuerte, pero la realidad es que le faltó a la Real encadenar minutos de buen juego y posesión a lo largo del choque.

Mucha pegada arriba como vienen demostrando los albiazules, con Chory Castro y el fichaje Seferovic como los más activos del equipo; también Pardo, Zurutuza y Griezmann dejaron detalles en los minutos que estuvieron. Pegada arriba y menos virtudes en defensa, sin poder sacar el balón con claridad hacia sus mediocampistas.

Mejor en la segunda mitad

No le había dado tiempo a la Real a meterse en el choque, aunque sí a Seferovic a tener su primera ocasión, cuando a los siete minutos, un autopase de Lallana entre la defensa le dejó solo ante Bravo para definir el primer gol en el marcador. Muchos minutos por delante de desconcierto donostiarra, con un par de acciones ofensivas del Chory Castro, culminaron a la media hora con el empate de Elustondo, tras internada del Chory, rebotes, pase de Seferovic y remate a placer del del Beasain.

Ni tiempo para asentarse tuvieron los de Jagoba Arrasate, que volvieron a ponerse por detrás en el marcador cuatro minutos después, cuando Schneiderlin, en un claro fuera de juego -trío colegial muy casero-, salvaba por arriba la salida de Bravo y marcaba. Cinco después, un pase cruzado del Chory y esta vez Carlos Vela, ganando la carrera al marcador, devolvía las tablas al partido. Empate que se volvía a romper en el último suspiro del primer tiempo a favor de los Saints. El defensa Hooiveld aprovechaba una falta lateral para rematar de cabeza a la red. Un toma y daca de goles saldado a favor de los locales.

Tras el descanso, Claudio Bravo salvó a los guipuzcoanos del cuarto, lo que debió de espolear a los suyos para sumar la igualada. Después de una conducción de Vela driblando a varios contrarios, un pase suyo entre líneas habilitaba a Seferovic para que este con la derecha la colara entre el portero y el palo.

Tuvo la Real el cuarto en el minuto 75, salvó De la Bella providencial unos minutos después y en el 83 llegó el definitivo 4-3, de Puncheon, tras un rechace que se quedó dentro del área pequeña. Poco más dio de sí la última probatura de los de Arrasate, saldada con derrota y esa lesión de Agirretxe.

Último test, nivel más bien regular el demostrado, mucho por ajustar y una semana para ponerse a punto en Zubieta.