El presidente de la región autónoma de Kurdistán en el Estado de Irak, Masud Barzani, advirtió ayer de que está dispuesto a intervenir en el conflicto sirio para proteger la vida de los civiles kurdos. La región kurda cuenta con una amplia autonomía, controla sus recursos económicos y posee su propia fuerza militar lo que prácticamente la convierte en un estado de facto. Al otro lado de la frontera, en Kurdistán occidental, la guerra siria ha cambiado la situación de la población kurda. Los combatientes kurdos se enfrentan a los grupos yijhadistas que combaten al régimen sirio.

Las fuerzas de autodefensa kurdas (YPG) llamaron a finales de julio a la movilización general para luchar contra el Frente al-Nosra, vinculado a Al Qaeda. Opuestos a Damasco, los kurdos rechazan también la injerencia yihadista. En este enfrentamiento, combatientes de Al Nosra tomaron como rehenes a unos 200 civiles kurdos después de combates en dos ciudades. La autoorganización de los kurdos fruto de la guerra ha llegado a que se planteen la creación de una región autónoma.

En un comunicado, Barzani, pidió a los partidos de Kurdistán sur (región autónoma en Irak) que establezcan la veracidad de las informaciones que hablan de la intención de «terroristas» de matar kurdos en Siria. «Si se verificaran estas informaciones y que ciudadanos kurdos inocentes, mujeres y niños fueran amenazados de muerte y por el terrorismo, la región del Kurdistán iraquí pondrá en marcha todas su capacidad para defender a los inocentes», afirmó.

Barzani anunció el mes pasado que Kurdistán sur se preparaba para acoger en agosto una conferencia que reuniría a partidos kurdos de Irak, Siria, Irán y Turquía.