El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, advirtió ayer a las fuerzas políticas del país sobre las consecuencias «fatales» de una crisis de Gobierno, que impediría consolidar las posibilidades de recuperación económica que se perfilan. Napolitano se expresó en estos términos en un comunicado en el que se refirió a la condena contra el ex primer ministro Silvio Berlusconi por un delito de fraude fiscal. Aseguró que Berlusconi deberá cumplir la sentencia, aunque excluyó que tenga que cumplirla necesariamente en prisión, y negó haber recibido ninguna demanda de indulto. Sin embargo, destacó que la preocupación fundamental de la mayoría de los italianos es «el desarrollo de una acción de gobierno que, con el apoyo del Parlamento, guíe al país hacia el relanzamiento de la economía y del empleo».