Ion SALGADO

Hace más diez años, bajo el mandato de Alfonso Alonso, el Ayuntamiento de Gasteiz aprobó su último Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Un documento, vigente en la actualidad, que trajo consigo la construcción de nuevos barrios y auspició un rápido crecimiento poblacional en los 63 concejos que rodean la capital alavesa. Zabalgana, Salburua, Aretxabaleta... Conforme avanzaba la construcción de los nuevos barrios se incrementó el número de personas empadronadas, hasta alcanzar los 243.298 habitantes en 2012. Pero esta realidad idílica tocó a su fin con la llegada de la crisis económica. El crecimiento demográfico concluyó a comienzos de 2013, cuando los datos del padrón registraron el primer descenso poblacional del siglo XXI y evidenciaron la necesidad de acelerar la puesta en marcha de un nuevo modelo urbanístico. Con este objetivo trabaja la ponencia del PGOU, que, desde hace un año analiza cuál debe ser el futuro de la ciudad.

El resultado de estas reuniones se ha traducido en la publicación de un diagnóstico inicial. Un documento de doce páginas que parte de un objetivo concreto: frenar la expansión de la ciudad. Tal como dicta el informe, que durante los próximos meses será debatido por la ciudadanía gracias al programa «Reimagina Vitoria-Gasteiz!», «debemos mirar hacia dentro y pensar en cómo aprovechar los excedentes de espacios libres y equipamientos que tenemos para que la ciudad se consolide como una ciudad compacta y cohesionada sin consumir más suelo». Esta idea se sustenta sobre la diferencia existente entre la demanda residencial -que está compuesta por 2.727 demandantes- y la oferta residencial -que, teniendo en cuenta el número de viviendas disponibles (construidas y aquellas que están por construir), supera las 47.000 unidades residenciales-.

Ahora toca hacer frente a esta situación mediante la discusión y posterior aprobación de un PGOU que solucione los problemas de los barrios consolidados, que requieren una mejora sustancial; contribuya a impulsar el crecimiento económico de Alde Zaharra, donde las tasas de paro y pobreza superan la media de Gasteiz; consolide los ejes de comunicación entre la periferia y el centro de la ciudad; y ponga fin a la baja intensidad edificatoria de los nuevos barrios con equipamientos que mejoren la calidad de vida de los vecinos. En este sentido, el concejal de Urbanismo, Miguel Garnica, que apuesta por mirar hacia dentro y mejorar los barrios consolidados, sostiene que la redensificación afectará a Arkaiate y Larrein, dos «islas» al este y al oeste de la ciudad.

Valoración positiva

Pese a que todavía habrá que esperar algún tiempo para ver el documento final, los grupos que conforman la oposición valoran de forma positiva el trabajo realizado hasta la fecha. Desde el PNV, Alvaro Iturritxa reconoce que su formación está «muy satisfecha» con el trabajo realizado en la ponencia, ya que se han tenido en cuenta sus propuestas, entre las que figuran la desclasificación y la desprogramación de zonas no urbanizadas, y el encaje de las actividades agroalimentarias en el término municipal.

Juan Carlos Alonso (PSE) también aplaude el nuevo PGOU, que comenzó a gestarse durante la anterior legislatura. A su parecer, con esta estrategia se pone fin a un plan que ha «quedado demasiado grande» para la capital alavesa. En alusión a la iniciativa «Reimagina Vitoria Gasteiz!», Kike Fernández de Pinedo (EH Bildu) explica que gracias a la labor de la oposición se ha conseguido dar voz a la ciudadanía. Una ciudadanía que seguirá opinando sobre el futuro de su ciudad durante los próximos meses.