Trabajadores de servicios, una nueva clase obrera que supera ya a la industrial
Una nueva clase trabajadora de servicios está surgiendo en nuestro entorno, integrada por jóvenes, inmigrantes y personas sin formación, que sustituye a la tradicional clase obrera industrial. Es la principal conclusión de la tesis doctoral elaborada por el investigador Juan Miguel García, presentada en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y que añade que esta nueva clase social se define «por su posición precaria en el mercado de trabajo».
GARA |
La tesis doctoral, cuyos resultados son «razonablemente generalizables a otros países desarrollados», demuestra la existencia de una nueva clase trabajadora de servicios que sustituye cuantitativamente -por el número de efectivos- y cualitativamente -por la importancia en la estructura social de las sociedades desarrolladas- a la tradicional clase obrera industrial.
Bajo el título de «La nueva clase trabajadora de servicios: Un análisis longitudinal 1999-2008», el estudio, presentado en el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona, augura problemas cuando esta nueva clase social inicie el proceso de demanda colectiva que la lleve a mejorar sus condiciones de trabajo y vida.
«La nueva clase trabajadora de servicios se definirá por su posición precaria en el mercado de trabajo y estará conformada por colectivos de trabajadores muy determinados, aquellos más débiles en el mercado de trabajo», señala el autor, que advierte de que se está produciendo «una extensión de estas posiciones de debilidad a otros colectivos de trabajadores que hasta hace unos años estaban protegidos de las situaciones de precariedad laboral».
«Estos trabajadores se ocuparán en una determinada tipología de servicios que hemos llamado servicios manuales: aquellos servicios muy intensivos en mano de obra, subalternos a otras actividades con mayor valor añadido y donde no es fácil introducir tecnologías que mejoren la productividad del trabajo; por ejemplo, la hostelería, la limpieza, los servicios de atención a las personas o el comercio», precisa la tesis doctoral.
Para elaborar el estudio, el autor ha llevado a cabo un análisis del mercado de trabajo y otro de la estructura social a partir de este mercado de trabajo.
Por un lado, ha analizado datos de la ECVT (Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo), en sus ediciones de 1999 y 2008, para efectuar un análisis longitudinal que trata de averiguar cuáles han sido los cambios en las condiciones de trabajo entre estos dos momentos.
Utilizando técnicas estadísticas para obtener los diferentes grupos de trabajadores de acuerdo a las condiciones de trabajo de las que disfrutan, el investigador también ha hecho un trabajo de campo a partir de entrevistas en profundidad y un análisis documental de los convenios colectivos del sector de hostelería de la ciudad de Barcelona, considerando que era un sector económico susceptible de ocupar a esta nueva clase trabajadora de servicios.
Periodo expansivo
La tesis explica que el periodo analizado «ha sido fuertemente expansivo desde el punto de vista económico, de tal forma que lo esperable sería una mejora general de las condiciones de trabajo».
Los resultados de los análisis, sin embargo, muestran que hay un crecimiento de lo que se ha denominado a lo largo del texto «segmentos secundarios de los mercados de trabajo que se presentan como una realidad separada dentro de los mercados de trabajo».
La tesis trata de demostrar que esta realidad separada no tiene únicamente importancia a nivel de mercado de trabajo sino que también la tiene a nivel de significación social: «Se conforma una nueva clase social con todas sus potencialidades y dificultades».
Según Juan Miguel García, «la identificación de los trabajadores entre ellos es complicada dadas las diferencias en cuanto a colectivo de procedencia, trabajo desarrollado, condiciones concretas de trabajo, tamaño de las empresas donde trabajan, etc... lo que implica que esta nueva clase trabajadora de servicios es actualmente una clase en sí pero no, todavía, una clase para sí, siguiendo la terminología clásica».
Estos trabajadores se ocupan en servicios muy intensivos en mano de obra, subalternos a otras actividades con mayor valor añadido y donde no es fácil introducir tecnologías que mejoren la productividad.
La identificación de los trabajadores entre ellos es complicada dadas las diferencias en cuanto a colectivo de procedencia, trabajo desarrollado, condiciones concretas de trabajo, tamaño de las empresas donde trabajan, etc...