SEGUNDA | Victoria del Eibar
La buena ola azulgrana no entiende de parones
El Eibar regresa a la categoría sumando los tres puntos. Jota adelantó a los armeros cuando peor lo pasaban y Raúl Navas amplió la renta tras el descanso.
JAÉN 1
EIBAR 2
GARA | JAÉN
Como si el parón veraniego no hubiera existido, el Eibar sigue empalmando alegrías. Mes y medio después de celebrar el ascenso en Hospitalet, el conjunto azulgrana repetía victoria a domicilio. Se aferra a la ola buena para iniciar su cuarta etapa en Segunda A con la misma satisfacción con la que se despidió de la categoría de bronce.
Satisfacción doble porque los tres puntos no fueron fruto de la casualidad. El Eibar sigue siendo un equipo serio y solvente, que sabe sufrir -porque también tocó sufrir- o hincar el diente según toque. Y que además, en este caso, tuvo la fortuna de acertar cuando mejor lo estaba haciendo su anfitrión, que además estrelló un par de balones en la madera.
Gaizka Garitano alineó un once bastante parecido al del curso pasado. Apenas cuatro caras nuevas, aunque entre ellas se encontraba el jugador más desequilibrante del partido. Jota Peleteiro, el joven atacante cedido por el Celta, dio la razón a las expectativas depositadas sobre su rendimiento a las primeras de cambio. En un primer cuarto de hora de clara iniciativa armera, el gallego dio un par de sustos al Jaén. Aunque el más considerable, cuando el partido empezaba a inclinarse del lado local, se lo llevaron las huestes eibarresas, con un balón que Jona estrelló en el palo.
Se acercaba el descanso y llegaban los peores minutos para el Eibar. Que acabaron convirtiéndose en los mejores, gracias a la conexión Capa-Jota. Sirvió el vizcaino para que su compañero, con la ayuda de Nino, firmase el 0-1. Y poco faltó para que ambos jugadores protagonizasen el segundo poco después.
Reacción y sentencia
La terapia de grupo en la caseta local se notó tras el descanso, con un Jaén que regresó enrabietado en busca del empate. De nuevo asustaba Jona, obligando a lucirse a Xabi. Pero los eibarreses no se amilanaron. Vieron la posibilidad de sentenciar a la contra y afilaron los colmillos. Aprovechando los huecos que dejaba el cuadro local se asomaron al área para forzar un córner. Lo botó Jota y apareció la cabeza vendada de Raúl Navas para poner el choque francamente de cara.
Se enrabietaron aún más los locales. Movieron banquillo y ganaron en poder ofensivo. Sobre todo con la entrada de Víctor Curto, que también estrelló la pelota en el palo. Claro que, en la réplica armera, Arruabarrena lanzó un duro remate a bocajarro que bien pudo haberse convertido en la sentencia. No lo fue, pero su equipo, multiplicándose en tareas defensivas, tampoco sufría en exceso con las acometidas andaluzas.
Al menos hasta la recta final, cuando al Jaén ya no le quedó otra que lanzarse a la desesperada. Llegó el gol -golazo con rosca- de Jozabed, y llegó la inquietud, porque el cronómetro parecía ralentizarse en los últimos minutos. Pero el Eibar supo gestionar la avalancha de juego jienense para proteger su mínima ventaja hasta el pitido final.
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Apenas hubo cuatro caras nuevas en el once titular de los azulgranas, aunque entre ellas se encontraba el jugador más desequilibrante del choque, Jota Peleteiro, en cuyo talento se han depositado muchas esperanzas.