Que Marc Márquez (Honda) está brillando por encima de todos ya no es noticia. Que el joven piloto esté demostrando de sobra sus cualidades ya no sorprende a casi nadie. Pero que el chico de Cervera (Lleida), en su primer año en la máxima categoría, sea el que más victorias ha cosechado en lo que va de temporada, es para tomarlo muy en cuenta.

Con el número 93 a los lomos de su Honda -es el año en que nació-, Márquez logró el cuarto triunfo del año, y lo hizo batiendo sobre la pista a su compañero Dani Pedrosa, primero, y a Jorge Lorenzo (Yamaha) después. De hecho, fue el mallorquín quien se puso a liderar el Gran Premio de Indianápolis nada más apagarse los semáforos. Pedrosa se puso a su estela, mientras que Marc Márquez dejó un poco de hueco por detrás.

El líder del Mundial sabía que sus máximos rivales aún no estaban en las mejores condiciones físicas tras sus respectivas lesiones y que tarde o temprano irían bajando su rendimiento.

Y así fue. A falta de 19 vueltas para el final, Márquez adelantó a Pedrosa en la curva ocho del circuito Brickyard y se colocó en segunda posición. Ya solo le quedaba un obstáculo, el de Lorenzo. Y también fue a por él cuatro giros después.

Nada más superarlo con autoridad, parecía que el de Cervera se escaparía, pero no fue así hasta varias vueltas más tarde. En esas, Dani Pedrosa intentó poner nervioso al mallorquín, pero si en la primera intentona no pudo con él, en la recta de meta lo pasó sin problemas. Marc Márquez ya se había escapado.

Decididas las tres primeras posiciones, el espectáculo estuvo detrás. Un Valentino Rossi (Yamaha) espectacular venía ascendiendo posiciones. En la última vuelta, Il Dottore intentó adelantar a Cal Crutchlow (Yamaha), y casi se salió de la pista -incluso Álvaro Bautista, de Honda, casi le adelantó-. Sin embargo, cuando la realización televisiva aún estaba con los hombres de delante, el italiano le sobrepasó y entró en una meritoria cuarta posición final.

Esteve Rabat, en Moto2. El catalán gestionó con éxito y de manera brillante sus opciones en una carrera que dominó casi en todo momento el japonés Nakagami (Kalex), pero que acabó ganando Rabat con unas magistrales cinco últimas vueltas.

Nakagami buscó su oportunidad y en la segunda vuelta superó a Redding. El gran ritmo impuesto le llevó a quedarse solo al frente de la prueba a partir de la séptima vuelta. Sin embargo, bajó en más de medio segundo su ritmo y eso lo aprovecharon sus perseguidores para acercarse. En esas, Esteve Rabat se lanzó a por el japonés.

En la vigésimosegunda vuelta, el catalán ya estaba pegado literalmente al rebufo de Nakagami, y de ahí a ser líder de la carrera apenas transcurrieron unas cuantas curvas más.

La de Moto3, para Rins. El también catalán Alex Rins (Estrella Galicia) sumó su segunda victoria consecutiva y con ello se acercó en la general del Mundial al maltrecho líder de la categoría, Luis Salom (KTM). Por su parte, el piloto vizcaino Efrén Vázquez (Mahindra Racing) no pudo completar la carrera por un problema de motor. El ritmo trepidante que imprimió Rins a la prueba hizo que el grupo de cabeza se cortase rápidamente. Aunque Alex Márquez lo intentó y se puso líder, Rins se puso otra vez al frente al principio del último giro. Supo cerrar perfectamente todos los huecos para lograr la victoria por delante de su compañero y de Viñales.