PREVIA DE LA LIGA DE CAMPEONES | DESDE LA GRADA
Gracias a Olhats y a los técnicos del Olympique
Joseba ITURRIA
Antoine Griezmann jugaba ayer por vez primera en el campo en el que soñaba hacerlo con el Olympique de Lyon cuando su padre le llevaba desde Mâcon, su localidad natal situada a 40 minutos. Entonces se colocaba en la grada con la camiseta del OL y ayer en el campo con la de la Real porque los técnicos de la cantera del Olympique lo descartaron cuando fue a probar con ellos porque era pequeño.
No fue el OL el único equipo francés que descartó a Griezmann antes de que el ojeador realista Eric Olhats se desplazara a ver un torneo en París y apreciara la calidad de aquel zurdo al que invitó a venir a Zubieta. No es normal que la Real fiche a un jugador de 13 años que vive tan lejos, pero Olhats primó lo que no vieron otros por encima de su estatura y aquella decisión ha podido cambiar la historia de la Real. La irrupción de Griezmann en el equipo blanquiazul cuando nadie contaba con él al principio de la última pretemporada en Segunda fue clave en el ascenso y desde entonces se ha convertido en un jugador fundamental. Es listo, tiene calidad, trabaja en defensa y además está más centrado. El golazo que marcó ayer solo está al alcance de los mejores jugadores del mundo y seguro que Olhats lo celebró como nadie. Y algún técnico del Olympique se querría esconder debajo de la tierra...