El deporte se presta a las sorpresas, pero Kaiku está logrando que estas sean más bien pocas cuando rema. La «Bizkaitarra» manejó la regata de Portugalete con un dominio total, por mucho que en el largo final tanto Urdaibai, como sobre todo San Juan -muy bien los rosados, imponiéndose en la segunda tanda-, marcaran un registro algo mejor que los de Sestao. Como Kaiku siga con semejante nivel de dominio, Asier Zurinaga y Cristian Garma, en lugar de dar ánimos u órdenes a los remeros, podrán leerles el Boletín Oficial del Estado o la última hora del tráfico con toda calma.

Un día más en la oficina para Kaiku, que en Portugalete se llevó su séptima bandera del año. Como Orio tuvo un día nefasto, en parte por culpa de la calle que le tocó en suerte y en parte porque no ofreció su mejor nivel, los entrenados por José Luis Korta -ayer en tierra- dieron un paso más para asegurarse de forma matemática la Liga San Miguel 2013, dado que aventajan en 10 puntos -169 a 159- a la «Bou Bizkaia» de Urdaibai, que recupera la segunda plaza.

Casi no hubo ni regata, para ser honestos. Las calles uno y cuatro partían con ventaja en un principio, pero Orio no aprovechó su ubicación en la calle uno, cosa que Kaiku sí hizo situándose al otro extremo. Mientras, Urdaibai y Hondarribia salvaban su papeleta situándose a la estela de la «Bizkaitarra», que ya aventajaba en cinco segundos a la «Bou Bizkaia» para cuando llegó la primera ciaboga. En la cruz de la moneda, la «San Nicolás» rezaba para que aquel suplicio acabase pronto.

Los botes de la tercera tanda tuvieron la suerte de que el viento del noroeste fue amainando conforme avanzaba la tarde, de forma que hallaron menos dificultades para bogar. Pero, mientras Kaiku, Urdaibai y Hondarribia se las iban arreglando, Orio sufría y caía hasta la séptima posición. Hondarribia, por su parte, al perder un remo de babor en la última ciaboga, no pudo contener el empuje de Pasai Donibane en el último largo. Los sanjuandarras podrán remar en la tanda de honor de hoy en Castro.

Castreña bien, pero insuficiente

Castreña podía quedar definitivamente descendido de la Liga San Miguel en la primera tanda, pero se resistió y al menos le recortó un punto a Zumaia. Esa es su única opción, darlo todo y esperar un milagro. Obviamente, ayer en Portugalete no se produjo nada de eso, de forma que la «Telmo Deun» pudo controlar la situación.

Más aún, en una regata en la que sorprendió el hundimiento de Pedreña -fruto de una mala calle, sin duda-, la embarcación zumaiarra cerca estuvo de colarse por delante de la Castreña, que sufrió en exceso en la segunda mitad tras remar de tú a tú frente a Astillero hasta el tercer largo. Hoy en su feudo tendrá que decir adiós a la Liga San Miguel, pero con la cabeza alta.