Los servicios de Inteligencia de la Policía libanesa detuvieron ayer a un jeque religioso en relación al doble atentado del viernes en Trípoli, que causó al menos 47 muertos y 900 heridos. La detención del jeque Ahmad el-Gharib tuvo lugar, según la versión policial, después que fuera visto en una de las grabaciones de una cámara de vigilancia de la mezquita Al-Salam, informó la Agencia Nacional de Noticias, que agregó que en su domicilio se encontraron armas y granadas. Según el diario «Al Ajbar», El-Gharib, de 40 años, está vinculado al jefe del Movimiento de Unificación Islámica (MUI), Hachem Menkara, un grupo salafista próximo a Damasco y Hizbulah. En un comunicado, el MUI desmintió el arresto de uno de sus jeques y pidió castigo para cualquier implicado en ese «horrible acto criminal».