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La Naval atribuye a la incertidumbre del tax-lease la pérdida de un pedido

El astillero La Naval de Sestao ha atribuido a la incertidumbre creada alrededor del sistema de financiación tax-lease la pérdida de un nuevo contrato -el segundo este año-, cuyo importe ascendía a cerca de 100 millones de euros y hubiese supuesto carga de trabajo para dos años. El buque, una draga para la flota del armador belga Jan de Nul, se fabricará finalmente en Croacia.

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GARA | BILBO

La empresa propietaria del astillero vizcaíno (Construcciones Navales del Norte) especifica en un comunicado que las razones que han llevado al armador belga a optar por otro astillero «no han sido técnicas ni económicas, sino basadas fundamentalmente en la incertidumbre que existe en el sector naval español».

«No solo incertidumbre en cuanto al impacto de la resolución de Bruselas sobre el antiguo tax-lease, aún no cuantificado, sino también incertidumbre en cuanto a la aplicación del nuevo sistema aprobado por Bruselas, a la hora de encontrar inversores y bancos que estén dispuestos a aplicarlo», agrega la empresa.

La resolución que, según la Comisión Europea, solo iba a afectar a los inversores que participaron en las operaciones de tax-lease entre 2007 y 2011, «está impidiendo, como era previsible, que los astilleros firmen nuevos contratos por las inseguridades generadas a armadores, inversores y bancos financiadores», precisa Construcciones Navales del Norte.

«El hecho de contar con un nuevo esquema de tax-lease oficialmente aprobado por la Comisión Europea no es un argumento convincente para los armadores, que ven difícil que se puedan estructurar nuevas operaciones mientras no se determinen con claridad y de manera inmediata las consecuencias de la citada resolución», añade.

Tras la pérdida de este contrato, el segundo este año, la empresa califica de «alarmante» la situación del astillero debido a que «no dispone de nuevos proyectos» que garanticen su actividad y las perspectivas de nuevas contrataciones «son mínimas e inciertas».

La «poca» carga de trabajo que tienen actualmente las instalaciones de Sestao se prevé que finalice en enero de 2014, lo que afectará «singularmente» a los 240 empleados que quedan en el histórico astillero vizcaino, que ya ha soportado siete ERE consecutivos, así como a la industria naval auxiliar.

Futuro «muy negro»

Precisamente, el responsable de ELA en el comité de La Naval, Iñigo Uriarte aseguraba ayer que ve «muy negro» el futuro del astillero. A su juicio, la pérdida de contratos y la falta de pedidos nuevos se debe a que «las instituciones no están haciendo nada para tranquilizar a los inversores» del sector naval sobre la legalidad de la nueva modalidad de tax-lease.

«Y el resultado de esto -dijo- es que se nos van cayendo los potenciales contratos que teníamos y no hay un plan B para hacer frente a la situación».

A juicio de Uriarte «los inversores no entran en el sector naval porque no ven un respaldo gubernamental».

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