En Bilbo, decenas de trabajadores se concentraron ante la sede de Inspección de Trabajo convocados por la mayoría sindical (ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru) en protesta por los tres accidentes mortales, ocurridos el viernes en Arrigorriaga (Bizkaia), donde un operario murió aplastado por una puerta, el lunes en las obras del TAV en Bergara, y el martes mismo en Oleta (Araba) cuando un árbol cayó sobre un hombre de 47 años que trabajaba en el monte.

En esta movilización, el secretario de Salud Laboral de LAB, Ibon Zubiela, exigió a las instituciones que analicen e incidan en las «causas estructurales» de los accidentes y no solo en las «inmediatas» como única forma de acabar con los siniestros.

La temporalidad, la subcontratación y la precariedad están detrás de cada accidente, señaló Zubiela y añadió que, mientras no se atajen estos fenómenos, persistirán los siniestros. Sobre la cifra de accidentes de 2013, explicó que, a falta de cifras oficiales, se ha registrado un descenso similar al de años anteriores, pero precisó que se debe a que trabajan menos personas por efecto de la crisis.

Demanda de mayor control

Entretanto, una veintena de delegados y representantes de CCOO, entre ellos su secretario general en la CAV, Unai Sordo, se movilizaron en Bergara. Tras la concentración, el responsable de la Construcción de CCOO-Euskadi, Chema Herrero, pidió a las administraciones un mayor control en las obras sufragadas con dinero público.

«No puede ser que las administraciones, una vez que elaboran los pliegos de condiciones y adjudican las licitaciones a las empresas, se desentiendan por completo de las labores de prevención», recalcó Herrero y pidió también a Osalan que sea «ágil en la determinación de responsabilidades» ya que no aceptarán que éstas recaigan sobre el trabajador fallecido.