¿Un Athletic caparrosiano o un Athletic bielsista? De momento hemos visto más del primero que del segundo, aunque habrá que pensar que el Athletic de Ernesto Valverde conseguirá conjugar ambos y además de «clasificación amigo», ofrecerá buen juego. El debate era inevitable tras comprobar de lo que son capaces estos mismos jugadores y observar el precario juego ofrecido en este inicio liguero.

Si el martes era Susaeta el que se mostraba sumamente autocrítico con la imagen del equipo más allá de esos seis valiosos puntos, ayer su compañero Beñat Etxebarria reconocía ese déficit, aunque se mostraba más pragmático. «Por ahora, lo más importante es ganar y estar lo más arriba posible», proclamó, dejando para más adelante esa propuesta de fútbol protagonista e imaginativo, o dicho de otra manera, que el aficionado sabía a qué iban a jugar.

«El comienzo con seis puntos es positivo; sobre el juego todos queremos más. Esperemos ser más dueños del partido y que las fases de buen fútbol sean de noventa minutos», confió.

La visita al Bernabéu será, a pesar de llegar demasiado pronto, un ajustado termómetro para calibrar la temperatura del grupo que dirige Valverde. Los merengues de Ancelotti no están para echar cohetes y sus dos primeros partidos lo evidencian. No han perdido pegada, pero sí consistencia en una medular demasiado creativa pero poco sufrida y sin un pivote claro, a falta de Xabi Alonso o Illarramendi. Los Modric, Isco y Özil lanzan como nadie a los Ronaldo, Di María y Benzema, pero pueden sufrir mucho si el rival les exige y no les cede la pelota.

Lo ilustró el que fuera entrenador argentino Juan Carlos Toto Lorenzo cuando reflexionaba sobre «¿Cómo ganarle a un equipo que tiene un gran delantero? Muy simple: cuando uno quiere que alguien no coma, lo que hay que impedir es que la comida salga de la cocina y, por eso, yo no debo mandar a marcar al mozo, tengo que preocuparme por el cocinero».

«Hay que hacer un gran partido en todas sus líneas», pronosticaba Beñat si se quiere sacar algo positivo de Madrid. Si el Athletic defiende bien, juntito, mejor incluso que ante Valladolid y Osasuna, seguro que tendrá sus opciones en ataque, incluso en las contras, y no es descabellado pensar que pueda traerse algo positivo.

Ayer, en Lezama -única ausencia de Ekiza e Iraizoz entrenando al margen-, Txingurri no dio ni una pista sobre el once y mañana entrenan a puerta cerrada, así que habrá que esperar al viernes para atisbar algo. ¿Iturraspe y Rico como férreo doble pivote para frenar el juego entre líneas madridista con Beñat por delante? ¿Beñat e Iturraspe con De Marcos en lugar de Herrera para presionar y a la vez catapultar el contraataque? Con Valverde todo es posible.