Estoy viendo la señal de TVE internacional y, una vez más, crece mi sospecha sobre las aviesas intenciones de los irresponsables de este Gobierno español, de sus tétricos individuos colocados al frente de la televisión pública estatal por viajar en el túnel del tiempo televisivo, político y social. Por ignorancia o descuido no se puede estar dando una imagen más horrible a quienes por el mundo caigan esporádicamente en este servicio público. Están marcados por una obsesión incalificable. Seguramente manejan datos que les informan de que solamente se ve este canal en embajadas, consulados y algunos institutos que viven del presupuesto.

Parece claro que no intentan competir con los otros canales internacionales de otras televisiones estatales europeas. Pero en un hotel se suelen tener unas horas tontas en las que se zapea impulsivamente y se puede comparar. Ni cuando la RAI era berlusconiana acérrima, se encontraba una programación tan cateta, tan apaisada, tan cutre y de tan poco interés. Colocar los programas más irrelevantes como cuerpo central de su oferta es un acto canalla. Mariló Montero hará gracia en los despachos de TVE, tendrá su club de amigas en los clubes de jubilados, pero sus meteduras de pata, su actitud soberbia y su fingida naturalidad vistas a diez mil kilómetros provoca ganas de pedir su cese inmediato.

Pero el colmo es que ayer colocaron toda la intervención del exministro Wert para defender el decreto ley que le supondrá un buen futuro personal en la enseñanza privada a partir de setiembre mientras arroja a la basura décadas de equilibrios en la enseñanza pública universal y de calidad. La hunde en la miseria. Es su único objetivo. En este canal colocan todos los corazones posibles y ese simulacro de la tarde, «Entre todos», al que ahora lo denuncian por plagio desde la televisión andaluza donde trabajaba antes su presentadora. Marcados por el escándalo y la falta de criterios en la estatal. Aunque no es normal encontrar en los hoteles de Iberoamérica señal de ETB, que también tiene su supuesta exportación. Ahora en Brasil descubro formatos nuevos o variantes experimentales. En general, mandan los americanos.