Obama ensalza la lucha de Luther King porque «nos hizo más justos»
El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo ayer que su país «se volvió más libre y justo» gracias a la marcha por la libertad en la que Martin Luther King pronunció su célebre discurso, «I have a dream», hace 50 años. Ese día «Estados Unidos cambió para ti y para mí», afirmó Obama ante la multitud congregada frente a las escalinatas del monumento a Lincoln, en Washington, el mismo lugar donde hace cinco décadas se reclamó la igualdad de derechos civiles.
GARA | WASHINGTON
El presidente estadounidense, Barack Obama, rindió ayer homenaje a Martin Luther King por haber ofrecido salvación tanto a los oprimidos como a los opresores, honrando el discurso del icónico defensor de los derechos civiles, «I have a dream», 50 años después.
King «ofreció un camino de salvación tanto a los oprimidos como a los opresores. Sus palabras pertenecen a la historia, son más potentes y proféticas que cualesquiera otras en nuestro tiempo», dijo Obama en la escalinata del Lincoln Memorial, en el lugar exacto donde King se dirigió a una impresionante multitud venida desde diversos lugares de EEUU, para expresar su «sueño» de una sociedad en la que las diversas comunidades vivan en armonía.
Su discurso del 28 de agosto de 1963 reunió a unas 250.000 personas y su famoso «I have a dream» mostró su deseo de ver a las diferentes comunidades reconciliadas, a «niñas y niños negros capaces de darse las manos con niñas y niños blancos, como hermanas y hermanos».
Estas palabras están grabadas sobre los escalones en los que pronunció su discurso, previo a la promulgación de leyes sobre derechos civiles en 1964 y 1965.
En ese mismo lugar, Obama afirmó que los «sacrificios» de King y de sus compañeros en la Marcha sobre Washington, en defensa de la igualdad racial y del empleo, no había sido en vano, y por ello rindió homenaje a numerosos activistas anónimos que lucharon por los derechos civiles en esos años.
«Porque ellos marcharon, los consejos municipales han cambiado, los poderes legislativos en los Estados cambiaron, el Congreso cambió y, sí, en un momento hasta la Casa Blanca cambió», dijo Obama en referencia a su propia elección como presidente, en una frase que desató una ovación entre la multitud congregada a pesar de una llovizna casi permanente en Washington. Subrayó que con sus palabras dio «una voz poderosa» a las esperanzas de millones de personas.
No obstante, advirtió que persiste la desigualdad en cuanto a la distribución de la riqueza. «La sombra de la pobreza arroja una sombra sobre nuestra juventud en muchas comunidades del país. Durante más de una década los trabajadores estadounidenses de todas las razas han visto estancarse sus salarios e ingresos. A pesar de que los beneficios empresariales se han disparado, así como los pagos a unos pocos afortunados, la desigualdad ha aumentado de manera constante», lamentó. Consideró que la «gran asignatura pendiente» es asegurarse de que el sistema económico ofrece «una oportunidad justa para la mayoría» y esa tarea «no será fácil», por lo que llamó a sus compatriotas a trabajar juntos y a «reavivar las brasas de la empatía».
Medio siglo después, el «sueño» formulado por Martin Luther King durante la «marcha por la libertad y el empleo» se enfrenta a una implacable realidad: los negros estadounidenses siguen siendo de lejos, las primeras víctimas del desempleo.
«Las discriminaciones contra los afronorteamericanos siguen siendo muy extendidas», indica a AFP Heather McGhee, vicepresidente de Demos, un grupo de reflexión sobre la igualdad en Washington.
Esa brecha no es nueva y atraviesa tanto los periodos de expansión económica como los de recesión. En enero de 1972, al que refieren los registros más viejos sobre el asunto, el 5,8% de la población activa estaba sin trabajo, una tasa que ascendía a 11,2% para los trabajadores negros. Incluso a finales de 2000, en el pico de pleno empleo en EEUU (3,9% de desempleo), tenían una tasa de desempleo de 7,3%.
Pese a estos datos, McGhee pide que no se haga como «si la historia del Estados Unidos negro fuera trágica».
Recuerda que casi 50 años después del fin de la segregación, un negro dirige la Casa Blanca, mientras que los negros que acceden al sistema educativo han experimentado «inmensos progresos». El 86% llega al colegio secundario frente al 38% que lo hacía en 1963, y el 20% accede a la Universidad frente al 5% de hace 50 años. Lamenta, no obstante, que se mantengan los estereotipos negativos asociados a los negros. «Los prejuicios se han hecho inconscientes. Es raro que alguien diga explícitamente que no quiere contratar a un negro, pero sabemos cuánto influyen los estereotipos en las personas que toman decisiones. Cuando es inconsciente, es mucho más difícil combatirlos», remarca.
Las empresas con más de 100 trabajadores deben publicar cada año un informe indicando el origen étnico y el sexo. J. TORDJMAN / AFP