PREVIA DE LA LIGA DE CAMPEONES
Ambientazo pese a los ultras
Joseba ITURRIA | DONOSTIA
Anoeta vivió un ambiente especial en su vuelta a la Liga de Campeones diez años después de su primera participación en la temporada 2003-04. Se vio desde la llegada del autobús realista al estadio hora y media antes del encuentro, con muchos aficionados que lo esperaron, en el calentamiento y en la retirada de los blanquiazules al vestuario entre una gran ovación.
Pero el carácter especial del encuentro se vio sobre todo cuando se acercaba su comienzo y Anoeta se llenaba antes que nunca para ver los prolegómeno. Sonó el himno realista entre los aplausos de un público que recibió a su equipo como nunca, entre flashes de las cámaras de los aficionados que recogieron el momento de la salida de sus jugadores rodeados de estrellas.
La afición blanquiazul solo se calló para escuchar el himno de la Champions, mientras en el centro del campo se ondeaba el símbolo de la máxima competición continental que decoraba ayer todo el estadio. En cuanto finalizó, comenzó a apoyar a su equipo de principio a fin.
Incidentes en las horas previas
El buen ambiente que se vivió en el estadio, en sus aledaños y en toda la ciudad en las horas previas al encuentro, solo fue perturbado por los incidentes provocados por un grupo de ultras del Olympique Lyonnais en la Parte Vieja, donde provocaron heridas a cuatro aficionados realistas en un bar y posteriormente derribaron el mobiliario de diversos establecimientos.
Tras registrarse estos incidentes aparecieron junto al ayuntamiento donostiarra dos furgonetas de la Ertzaintza, que hasta entonces no tuvieron controlados a los ultras, y los retuvieron y los llevaron al Buen Pastor, donde se unieron con otro grupo ultra que ya iba escoltado por la policía autonómica y los condujeron hasta Anoeta.
En sus aledaños sí se produjeron incidentes porque aficionados realistas lanzaron botellas y otros objetos al paso de los ultras del Olympique y los ertzainas respondieron con lanzamiento de pelotas de goma.
Además se registró una pelea en las inmediaciones del hotel Londres en la que una persona de nacionalidad francesa resultó herida de consideración y fue trasladada a un centro hospitalario. La Ertzaintza confirmó la detención de dos personas «de nacionalidad española» implicadas en la pelea sin aclarar si tuvo relación con el partido.
32 equipos, agrupados en cuatro bombos diferentes como se recoge en la infografía, participarán en el sorteo que decidirá los ocho grupos de cuatro clubes que disputarán la siguiente fase de grupos.
La ceremonia comenzará a las 17.45 en Mónaco, y tras los prolegómenos se procederá al sorteo. A cada grupo irán cayendo un equipo de cada uno de los bombos, con una única salvedad: no podrán coincidir en ningún grupo dos equipos de la misma federación (por ejemplo, la Real no podrá tener como rivales a Barcelona, Real Madrid ni Atlético de Madrid). Lo demás es hacer el calendario de partidos, y a jugar. GARA
Jagoba Arrasate es un hombre tranquilo, al menos cuando se sienta delante de un micrófono. El alegrón que se acababa de dar apenas sí se notó en sus gestos cuando compareció en la sala de prensa de Anoeta, pero sus palabras no dejaron lugar a dudas. «No hace falta más que entrar en el vestuario para ver la alegría que tenemos», aseguró el técnico, aunque reconoció que en el banquillo había vivido la experiencia «como un partido más. Con todas las reglas que hay en Champions y lo estrictos que son tienes que estar más pendiente, pero lo he vivido como un partido más. Aunque al final lo hemos disfrutado mucho –concedió– porque sabemos que hemos conseguido un objetivo muy importante y estamos muy satisfechos».
Una meta que casi ha parecido alcanzarse con facilidad, vista la superioridad que ha mostrado la Real en los 180 minutos de eliminatoria. El entrenador txuriurdin incluso explicaba que el principal sufrimiento en Anoeta se debió más a los minutos que necesitó su equipo para marcar el gol que cerrase la clasificación que a las apreturas a las que le sometió el rival en los primeros minutos. «Aunque no suelen hacerlo no nos ha sorprendido el inicio del Olympique –explicó–. Querían jugar en campo rival, presionar, apretar... Nos ha costado sacudirnos esa presión pero cuando han ido pasando los minutos nos hemos ido sintiendo más cómodos, nos hemos ido más arriba, hemos estado mejor, han llegado las ocasiones e incluso creo que al final el resultado ha podido quedar un poco corto». «Estábamos más inquietos –añadió– porque no hacíamos el gol. Veíamos que estábamos generando ocasiones claras, pero hay una ley no escrita que dice que cuando no marcas te acaban marcando a ti y estábamos sufriendo más por eso. Pero creo que el equipo ha estado bien, ha concedido pocas ocasiones y ha estado cómodo en el campo», insistió.
El resultado fue «una noche mágica. La alegría es para todos porque parte del éxito es de la afición. Estamos muy contentos de poder ganar y de poder compartirlo con ellos, que se lo merecen». Y de poder seguir haciéndolo durante, al menos, seis partidos más. Algo que cargará la temporada –«bendito problema estar en las tres competiciones», sonrió Arrasate–, pero que ofrecerá a la Real una oportunidad «muy ilusionante. Va a hacer que el club crezca y que este equipo tan joven también crezca». Y siga soñando porque, aun asumiendo que, sean los que sean los designios del bombo, «el grupo será muy difícil», el técnico sabe que su equipo «puede competir con todos. Ahora toca pensar en el Atlético pero cuando llegue la fase de grupos la prepararemos y competiremos a tope para intentar estar en octavos».
Rémi Garde, por su parte, no tuvo «nada que objetar» al trinfo txuriurdin. El técnico francés reconoció que la ilusión por la remontada apenas le duró «los primeros minutos porque nuestro juego ha sido bueno, pero según ha ido transcurriendo el partido hemos ido perdiendo fuerza y confianza. No creo que la Real sea el rival más débil con el que nos podíamos encontrar», añadió Garde, que consideró que la escuadra donostiarra tiene «un potencial muy interesante». GARA