Como el fútbol anda por donde solía, en la indecencia de pagar unos traspasos multimillonarios y a la vez deber a las arcas de la Seguridad Social y de Hacienda cantidades verdaderamente escandalosas, tenemos que mirar a las sobreactuaciones de los miembros del errante gobierno estatal y sus círculos de hierro de protección mediática para poder inspirarse ya que la realidad gubernativa en territorio vasco no da tampoco para mucho, es como si estuvieran todos vendimiando.

Y es que por fin se puede, si se quiere, hacer realidad aquello de que detrás de cada dato del paro existen hombres y mujeres con sus vidas, sus problemas, su familia, etcétera. Imposible una foto en Instagram con los cerca de cuatro millones ochocientos mil parados oficiales en todo el Estado español y mucho menos los cercanos a los seis millones reales, pero sacar la foto carnet y su currículum más una pequeña entrevista para saber dónde han encontrado el trabajo, en qué condiciones, qué tiempo de duración, salario y demás detalles de interés, de los treinta y un parados menos que dan las estadísticas gubernamentales, es bastante más fácil. Presentar como un éxito lo de un parado menos al día es un cachondeo. Y un motivo para que la ministra vaya más a rezar a su virgen.

Los 31 son la rechifla en las redes. Esta gente había vendido la moto de un dato espectacular y muy favorable del paro y la verdad es que es un dato lamentable. Muy bien, se quitan treinta y uno de las listas, y se consigue mejor resultado en un mes de agosto desde 2000, pero en la SS ha habido noventa y nueve mil afiliaciones menos. Y ese es el auténtico drama. Que han decretado otra vez el España va bien para despistar y confundir. Intentan aprovechar todo de manera esperpéntica. Están defendiéndose como gato boca arriba, arañando, dando zarpazos a las estadísticas, a lo micro y a lo macro, pero la realidad, otra vez, les sale al paso y no la saben negociar. Y, de verdad, el asunto Bale se agota en dos telediarios, que por cierto no han superado mucho sus cuotas con la remodelación de conductoras y el efecto Ana Blanco en el telediario de la noche no ha conseguido, de momento, la remontada.