El Ibex completó una semana de cierres al alza en la que acumula un avance del 4,40%. En el año gana ya un 5,97%. Ayer acababa la sesión con una subida del 1,23%, y el lunes comenzará con 8.655 puntos. En Europa el signo también era optimista. París se apuntó un 1,06%, Fráncfort, un 0,28%, y Londres, un 0,23%. Las ganancias europeas encontraban una buena justificación en la tasa de paro Estados Unidos, que bajaba en agosto un décima, hasta el 7,3%, algo no visto desde diciembre de 2008. Algunos expertos creen que esta cifra se debe, en gran medida, al desánimo entre los solicitantes de empleo y su no inscripción en las oficinas. Además, la creación de puestos de trabajo, aunque sigue vigorosa, no cumplió con los pronósticos. Así, se contabilizaron 169.000 cuando se esperaban 180.0000, una diferencia a la baja que enfriaba la alegría por la caída general del desempleo. Mientras tanto, sigue sin cerrarse el paréntesis abierto en la ejecución del ataque de Estados Unidos a Siria, después de la oposición -Putin ofrecía incluso apoyo militar a Bashar al-Assad- y las reticencias desveladas en la reunión del G-20. Por valores del Ibex, los más entonados fueron Acciona (+6,84%) y Sacyr (+4,79%), frente a Técnicas Reunidas (-0,34%), el peor de los tres perdedores. Todos los pesos pesados, a excepción de Repsol (+0,74%), registraban subidas superiores al 1%. En París, despuntaba Cap Gemini (+3,84%), alimentado por una mejora de recomendación, mientras que Gemalto, el peor de la jornada, caía un 2,71% tras anunciar su objetivo de duplicar el resultado de explotación en cinco años.