Acto inaugural del Congreso Internacional «Europa después de la crisis del euro...» Declaraciones del Lehendakari Sr. Urkullu: «el Estado no podrá ser en el futuro el garante de todos los servicios que le demanda la ciudadanía». ¿No podrá? El Estado se someterá a lo que le exija la ciudadanía, a quien debe estar sometido, por principio. ¿Quién o qué es, si no, el Estado?

Según él, (en euskera), «porque las capacidades del Estado y del campo público están cambiando». ¿Las capacidades del Estado están cambiando? Dependerá de los objetivos y capacidades de quien lo dirija, ¿no? ¿«Campo público»? ¿Qué neologismo es ese? ¿A qué grupos sociales o instituciones se refiere? Desde luego, no a los ciudadanos normales que sin duda quieren unas instituciones aun más cercanas a sus necesidades. Entonces, ¿qué engaño conceptual se esconde bajo ese término?

Pero también añadió un punto de contradicción y ambigüedad : «el objetivo final será el preservar la sociedad del bienestar, santo y seña del proyecto europeo» o cuando colocó a las personas en el «centro del proyecto europeo». Ambigüedad. ¿En qué quedamos? ¿Seguimos luchando por un Estado del bienestar, sí o no?

Por supuesto, habló de más cosas, con algunas de las cuales estoy de acuerdo, pero son las comentadas las que me parecen dignas de análisis.

Esos engaños, ambigüedades y contradicciones contribuyen a romper los puentes entre ciudadanos y casta política.