Los inversores no encontraron ayer argumentos para orientar sus posiciones dentro de la bolsa. No obstante, siguen bajo presión porque no se despejan ninguna de las incógnitas abiertas la semana pasada. Así, todavía se desconoce el momento del ataque de Estados Unidos a Siria, el inicio del calendario de la retirada de los estímulos de la Reserva Federal y si será posible la continuidad del gobierno italiano una vez que se expulse al ex primer ministro Silvio Berlusconi del Senado, tras haber sido condenado a cuatro años de cárcel por fraude fiscal. En este contexto, la jornada tuvo siempre un sesgo negativo, aunque la buena salida de Wall Street ayudó a mitigar los descensos. El Ibex terminó en los 8.632,50 puntos, después de perder un 0,26%. El rojo también se impuso en Londres (-0,25%) y París (-0,22%), mientras que Fráncfort acababa plano. Dentro del Ibex, el protagonismo recaía en el sector constructor, después de que Madrid perdiera la lucha por ser sede olímpica. Y justo lo contrario sucedía en el Nikkei, que sumaba un 2,48% empujado por las constructoras a la espera de sacar partido de los Juegos Olímpicos de 2020. Así las cosas, FCC, el peor de la jornada, bajó un 2,35%. Por detrás finalizaron Ebro Foods (-1,81%) y Grifols (-1,49%). Todos los grandes valores, con excepción de Inditex, que repetía resultados, registraron recortes. Entre los ganadores, despuntaron Bankinter (+1,64%) y Jazztel (+1,54%). En París, los mejores fueron Vallourec y Veolia Environnement al apuntarse más de un 3%. En el otro extremo de la lista se colocó Essilor (-2,31%), perjudicado por la toma de beneficios.