Raimundo Fitero
Gestos
Todavía hay efectos colaterales del asunto Madrid 2020, y uno de ellos es de muy difícil comprensión ya que la conductora, Marta Solano de «España directo» el día de marras, al frente del especial sobre el fracaso sufrió quemaduras en los ojos por culpa de los focos. Ha estado toda la semana de baja y no ha habido más comentarios, pero la noticia es bastante inquietante porque se da por supuesto que existen unas reglas, unas condiciones técnicas, unas medidas de seguridad laboral que sirven tanto para que la imagen se pueda retransmitir con claridad como para que los presentadores no sufran problemas de salud, que pueden ser graves. Una explicación técnica y médica sería oportuna. Es un accidente laboral que puede tener graves consecuencias. La otra noche reapareció en un canal estatal, Antena 3, Julia Otero, con un programa de nombre «Ciudadanos» y que me pareció un planteamiento bastante adecuado de participación. La situación económica y laboral como base para escuchar muchas voces, muchos testimonios, muchos reportajes sobre el asunto. Un programa que está a la altura de los tiempos, que se incrusta en la realidad social y lo trata sin demasiados tapujos. Incluso la conductora se mostró menos acaparadora de foco que en otras ocasiones, dejando que sean sus invitados y el propio esquema del espacio quienes tomen el protagonismo. No tuvo una buena respuesta de audiencia, pero de seguir en este tono, puede ser una de las citas semanales que escapen de lo chocarrero. Pero no hay día que no sintamos el peso de los neo-franquistas apareciendo por todos los costados. El delegado del gobierno español está que se sale, no pierde ninguna oportunidad de hacer méritos como un fiel camarada y en sus delirios ha pedido la censura, sin tapujos, para unos payasos vascos en ETB. Pirritx eta Porrotx son parte esencial del imaginario de cientos de miles de niños y niñas actuales, de jóvenes que crecieron con sus actuaciones y canciones, y negarles su presencia en la televisión vasca es, en primer lugar, una injerencia que escapa a sus atribuciones y un nuevo atropello a la libertad de expresión. Gestos de una actitud autoritaria que crece demasiado.