Liga San Miguel
Kaiku, a un pasito del triunfo final
La «Bizkaitarra» ganará el título liguero y la corona La Caixa en propiedad aun acabando en cuarta plaza la XXXI Ikurrina de Bermeo.
Arnaitz GORRITI
En casa del «enemigo», Bermeo, salvo que suceda una debacle, la «Bizkaitarra» de Kaiku se llevará la décima edición de la Liga San Miguel y, ya que la conquistará por tercer año consecutivo, se hará con la corona La Caixa en propiedad.
Después de la seria decepción que supuso para la embarcación de Sestao el haberse quedado lejos de la gloria en la Bandera de La Concha -lejos incluso de la polémica, quién lo diría-, la competición de la regularidad debería devolver a los pupilos de José Luis Korta a sus habituales constantes, en las que ha dominado a sus contrincantes.
Kaiku lleva 15 puntos de renta respecto a Urdaibai, segundo clasificado de la Liga San Miguel -181 a 166-, a falta de solo dos regatas. Así las cosas, siempre y cuando se impusiera Urdaibai, incluso la cuarta plaza les serviría a los de Sestao para proclamarse matemáticamente campeones, porque mantendrían 12 puntos de ventaja y la diferencia de banderas a su favor serviría de desempate incluso en el hipotético -y descabellado- caso de empate. En todo caso, para nada sería descartable que la «Bizkaitarra» quisiera lucirse en la XXXI Ikurrina de Bermeo sumando su novena bandera de la Liga, para demostrar que lo de La Concha no fue sino un patinazo que ya está olvidado.
Además, el factor mental en este caso jugará a favor de los de Sestao. Saberse favoritos para La Concha al final les resultó contraproducente, sobre todo porque no atinaron con las ciabogas, de forma que no lograron sacar ventaja de su temible largo de ida. El mal sabor de boca que ha dejado septiembre en Kaiku ahora se convertirá en motivación para ganar.
Aguafiestas
Bermeo, por su parte, recibirá a partir de las 18.30 a las ocho mejores embarcaciones de la Liga San Miguel, en una regata que llega tras la polémica decisión de la segunda jornada de la Bandera de La Concha. La descalificación de Urdaibai, otorgándole el triunfo a Hondarribia, ha hecho que se palpe un halo de tensión entre los «txos». Y para postre su némesis, Kaiku, podría proclamarse campeón de la Liga San Miguel.
Aunque alguno pudiera pensar que semejante suma de circunstancias no son plato de buen gusto, la «Bou Bizkaia» deberá limitar sus ansias de revancha al agua. Demostrar, por ejemplo, que la remada demostrada con el mar de popa en la bahía donostiarra tiene continuidad, y que su pueblo, que celebra sus fiestas, merece llevarse una bandera más que la cosechada en Barcelona, por el ya bien lejano mes de junio.
Naturalmente, otro de los protagonistas será Hondarribia. La «Ama Guadalupekoa» llegaba a La Concha como perfecto outsider, y al final, por una cosa y la otra, se ha llevado la bandera más preciada de la temporada contra todo pronóstico.
Por si hubiera cualquier intención de gresca, el propio presidente de Urdaibai, Josu Zabalondo, trataba de erigirse en emisario de paz. «Si hace falta, nuestros propios remeros escoltarán a los de Hondarribia», declaraba durante la semana.
«Vamos a trabajar a tope para que el pueblo se vuelque con el club y se olvide de lo demás. Pero el pueblo está en fiestas y ya sabemos lo que pasa en estas situaciones, aunque es lo que vamos a intentar», recalcó.
La Liga San Miguel cerrará este fin de semana su décima edición. Más allá de la probable victoria final de Kaiku, la tercera consecutiva, la edición de 2013, la décima desde su creación es, según se traslada desde los rectores de la propia Asociación, «la mejor de la historia».
La competición, que arrancó con la exitosa visita a Barcelona -nada que ver con el desastre absoluto que fue aquella visita a Burdeos hace unos pocos años, o aquel ensayo de Zaragoza sobre el río Ebro- a mediados de junio, concluirá tres largos meses después con la más que probable coronación de Kaiku como vencedor por tercer año consecutivo. La buena experiencia en la Ciudad Condal -que están dispuestos a repetir si se dan las condiciones necesarias-, la ausencia de incidencias con el balizaje, e incluso el buen tiempo que ha acompañado a todas las regatas hasta ahora, hacen que los dirigentes de la ACT hagan un balance muy positivo de la temporada 2013, a falta de ver que el último fin de semana transcurra con la propia Liga San Miguel centrada simplemente en parámetros deportivos. Desde luego, para el delicado equilibrio de esta modalidad, sería una gran noticia. GARA