PNV y PSE se reunieron ayer con una alta representación del PP. La presidenta de este partido en la CAV, Arantza Quiroga, destacó que el encuentro se había hecho a instancias suyas y que su objetivo es que pudiera alcanzarse un acuerdo «de largo recorrido» y «transversal» entre los tres partidos. Sin embargo, la interpretación de sus interlocutores era que estos iban a explicar al PP los pormenores de su acuerdo por si quería sumarse a él. Al final, todo quedó en lo que ya se sabía: que cualquier acercamiento deberá darse en las Juntas Generales cuando se debatan las normas fiscales

La cita era a las 11 en el Parlamento y para esa hora la delegación del PSE, compuesta por Rodolfo Ares e Iñaki Arriola, ya estaba sentada a la mesa. Luego llegaron Arantza Quiroga, Iñaki Oyarzábal y Antón Damborenea, que se acomodoraron en frente. Los últimos, los representantes del EBB: Joseba Aurrekoetxea y Pilar García de Salazar. Quiroga propuso entonces saludarse ante las cámaras y fotografiarse todos juntos.

A la salida, tras más de dos horas de encuentro, ya no había tantas sonrisas. Arantza Quiroga compareció ante los medios, con un discurso solemne sobre su visión de la política, en el que aseguró que se cree lo que dice. Fue la introducción para denunciar que en la reunión se había encontrado con que no todos son tan sinceros y denunció el doble juego que practican PNV y PSE. Según su versión, por un lado aseguran que el acuerdo está abierto a las aportaciones de otros partidos, mientras que en realidad «está cerrado» y lo único que ofrecen consiste en sumarse al mismo.

PNV y PSE dieron su versión a través de notas firmadas por cada uno de los partidos pero de idéntico contenido. Reiteraron que están abiertos a que su pacto sea «completado con otras contribuciones que puedan mejorarlo y sean compatibles con los principios que lo inspiran».

Como apuntó Arantza Quiroga, el debate volverá cuando el pacto tenga que materializarse en las JJGG, puesto que PNV y PSE necesitarán apoyos en Araba y en Gipuzkoa.