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pacto PNV-PSE

Gipuzkoa ve en la letra pequeña «la política clásica de la derecha»

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GARA | DONOSTIA

Tanto la diputada de Hacienda de Gipuzkoa, Helena Franco, como la portavoz foral, Larraitz Ugarte, coincidieron ayer en señalar que el pacto fiscal suscrito el lunes por PNV y PSE sigue la línea emprendida en este territorio, aunque en la letra pequeña se aprecia el planteamiento «clásico de la derecha de tocar muy poquito la propiedad y las rentas de capital». Ante ello, esperaron que el PSE «no renuncie» a la «política de izquierdas que ha llevado en los dos últimos años».

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Franco manifestó que le parece «gratificante» que ambos partidos hayan cerrado ahora un acuerdo similar al que, entre fuertes críticas, Bildu aprobó en Gipuzkoa, aunque cree que éste ha quedado, «desgraciadamente, por debajo en progresividad y justicia social».

A su juicio, en lo referente a rentas de capital y en el tema de las herencias supone «un retroceso respecto a lo ya aprobado en Gipuzkoa». En este sentido, señaló que se trata del planteamiento «clásico de la derecha de tocar muy poquito la propiedad y las rentas de capital».

Asimismo, afirmó que no contempla la posibilidad de que PNV y PSE lleven «tal cual» el acuerdo a las Juntas Generales porque sería «uniformizar a lo bestia». «¿Lo van a elevar tal cual a Juntas Generales?. ¿De qué estamos hablando, en vez de armonización, de uniformización a lo bestia, cuando hay una posibilidad de hacerlo de una forma democrática, tranquila y pausada?», se preguntó.

«Involución fiscal»

Por su parte, la portavoz Larraitz Ugarte, indicó que espera que el PSE en Gipuzkoa «no se vea inmerso» en una «involución fiscal girando a «la derecha», y en cuanto al PNV, se mostró sorprendida por que se haya «saltado» la Ley de Territorios Históricos.

En lo que se refiere a la fiscalidad Ugarte aclaró que en Gipuzkoa se ha planteado «una línea» y lo que se ha hecho es «copiarla», pero «en la letra pequeña se ve la política de derechas».

Ugarte afirmó que, en caso de que se aplicase en Gipuzkoa esta reforma fiscal, las consecuencias serían «contrarias a la dirección de progresividad» que se está planteando para que «quien más tienen más paga». A su juicio, «eso en el acuerdo firmado por el PNV y el PSE no se plantea para nada».

Además, aseguró que «al final» la consecuencia será «no cerrar las vías de fraude fiscal», por lo que «los de siempre serán los que soporten mediante la fiscalidad todo el gasto». «En este pacto se plantean medidas para que los ricos no paguen y desde un punto de vista de izquierdas, evidentemente, sería catastrófico», concluyó.

La portavoz del PSE en Gipuzkoa, Rafaela Romero, tachó de «simplistas» estas críticas e invitó a la Diputación foral a acudir al Organo de Coordinación Tributaria (OCT), donde se debatirán las medidas acordadas que, a su juicio, suponen un «avance político y social».

Ezker Anitza y CCOO

Entretanto, la coordinadora de Ezker Anitza-IU, Isabel Salud, cree que el pacto suscrito entre PNV y PSE es «insuficiente» para dar respuesta a las grandes y urgentes necesidades que tiene la ciudadanía vasca. A su juicio, la crisis requiere de medidas de choque y de fondo como son el aumento de los ingresos públicos a través de igualar los gravámenes de las rentas del capital y del trabajo y de perseguir con determinación el fraude fiscal y la economía sumergida.

La coordinadora de IU apuntó que la reforma fiscal del pacto «sigue beneficiando a empresas y rentas del capital» a pesar de que sus modificaciones, similares a las realizadas en su día en Gipuzkoa, avanzan muy tímidamente hacia una mayor progresividad en los impuestos.

CCOO-Euskadi, por su parte, considera que las medidas fiscales recogidas en el acuerdo tendrán «un efecto positivo» en la recaudación, pero «demasiado leve e insuficiente». Asimismo, reclama que se abran «espacios de participación» para diseñar «medidas eficaces» contra la crisis y se asuman «compromisos claros y explícitos» sobre el mantenimiento de la protección social y los servicios públicos.

Confebask pide poner plazo a los cambios

La secretaria general de la patronal Confebask, Nuria López de Guereñu, consideró «positivo» el hecho de que haya «un acuerdo en sí mismo» entre partidos vascos, pero señaló que «llama la atención» que no se ponga «un límite temporal» a la subida fiscal contenida en el pacto.

«Llama la atención -dijo- que no se ponga un límite temporal a unas medidas que parecen responder a una situación extraordinaria» al estar «de alguna manera relacionadas con la excepcionalidad de un momento de crisis como es el actual».

Asimismo, López de Guereñu señaló que debido a «la gravedad de la situación que vivimos y la dimensión y la trascendencia de algunas medidas que se contemplan, sería deseable que ese acuerdo fuera suscitando más apoyos».

La secretaria general de Confebask también reiteró la demanda de la organización empresarial de que las competencias fiscales propias sean utilizadas para impulsar la reactivación económica.

Entretanto, el diputado general de Araba, Javier de Andrés, que presentó también el lunes su propia propuesta fiscal, se mostró «preocupado» por el efecto que tendrán en las clases medias los cambios en el impuesto de sucesiones y en las desgravaciones por vivienda y EPSV.

A pesar de todo, el mandatario alavés dijo estar «deseando llegar a un acuerdo» que «mejore» el pacto. GARA

«catastrófico»

La portavoz de la Diputación foral, Larraitz Ugarte, señaló que «en este pacto se plantean medidas para que los ricos no paguen y desde un punto de vista de izquierdas, evidentemente, sería catastrófico», concluyó.

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