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RUGIDOS ROJIBLANCOS

Paciencia

 

Mario GARCÍA Autor de la web www.desdemiarea.com

Noche de gala en San Mamés, inauguración del nuevo campo, un estadio espectacular e impresionante, que aun lo será más cuando esté acabado por completo. El partido soñado por cualquier guardameta, San Mamés. Catedral no, son ya palabras mayores, hacen falta muchas tardes de gloria para adquirir ese marchamo mítico, al igual que hacen falta muchos partidos para que un portero adquiera la categoría de gran portero, pero hay que dar tiempo al tiempo. Era un día difícil, el primer encuentro jugado ante su público en Bilbao, un día mágico, un nuevo estadio y muchas emociones a flor de piel.

Fue una noche de estreno que nadie se quería perder, era la ocasión idónea para demostrar, pero para Iago Herrerín se trocó en un día aciago. Los nervios le jugaron una mala pasada, un penalti de principiante, imprecisiones, malos entendidos con sus defensas, y un gol regalado, podían haber acabado en el maldito runrún-destroza guardametas de antaño. Pero no, esta vez la afición fue magnánima y aguantó con Herrerín lo que nos faltó en otras ocasiones, la paciencia. Paciencia que parece se nos agotó con Gorka Iraizoz y que le negamos a Raúl Fernández-Cavada en su momento. La grada quizá sabiendo del mal trago en el que podía convertirse el encuentro lo único que hizo fue animar a Iago. Actitud diametralmente opuesta a la de temporadas anteriores ¡Bien!

Iago fue valiente hasta pasando por ese confesionario público que se llama Twitter, donde se acercó a redimirse de sus pecados nada más acabar el encuentro. Por otra parte, los aficionados rojiblancos ya le han dado la absolución. Han visto cosas muy buenas en él en anteriores encuentros y de momento le otorgan el beneficio de la duda.

Ya pasamos la temporada pasada un calvario con los metas del Athletic. La grada condenó a Gorka, pidió a gritos que fuera sustituido por Raúl y en cuanto este cometió el menor fallo, ya reclamaban a Kepa Arrizabalaga. ¿Qué habría pasado si este también hubiera jugado sin buen resultado? ¿Pediríamos a un alevín de Lezama? Basta la más leve imprecisión del cancerbero para que el público se remueva en sus asientos y vea fantasmas no muy lejanos. No repitamos errores del pasado.

Paciencia, hasta ahora es lo que nos ha faltado, paciencia con los porteros, un puesto difícil y específico donde los haya. Dicen que la paciencia es la madre de la ciencia ¡Apliquémonos el cuento! El primer partido de esta temporada contra el Valladolid lo jugó Gorka y parecía que iba a ser el titular indiscutible otro año más, pero una inoportuna lesión dio la alternativa a Iago en el destierro donostiarra contra Osasuna. No lo hizo mal, dio buenas sensaciones, parece que convencieron al técnico y de momento Valverde le ha mantenido en el puesto. Ya lleva con el del lunes contra el Celta tres encuentros siendo el titular. Solamente tres partidos, no lo olvidemos, tres encuentros en Primera División únicamente.

«Aquí no hay debate en la portería», dijo Herrerín en los medios, haciendo una comparación inevitable con la portería del Real Madrid. Pero viendo la cara de Gorka en la banqueta es mucho decir. A ningún portero le gusta ser suplente y mucho menos si ha sido durante tanto tiempo el titular indiscutible -más de 200 encuentros-, pese a alternar tardes muy buenas con otras no tanto como le ocurrió el curso pasado. En algunos foros ya se escucha de nuevo el nombre de Gorka para que retorne a los tres palos, el debate es inevitable.

Lo bueno de Herrerín es que tiene desparpajo, es valiente y se atreve con situaciones propias de un portero con más veteranía y también es lógico que con sus ganas de demostrar, de hacerlo tan bien como un puesto tan específico demanda, a veces se equivoque. Paciencia.

El runrún si lo hubo se diluyó por la zona muerta del campo, donde está ubicada la lona tapando las tripas del estadio inacabado. Era un día para disfrutar y el respetable tuvo la suficiente entereza para creer en Iago, los tres puntos conseguidos también ayudan claro ¡Y mucho! Parece que las luces y sombras de la portería no cejarán este año tampoco y los próximos días seguramente en la prensa, en la calle, e incluso entre sus propios compañeros se seguirá alimentando la duda. Paciencia.

¿Gorka-Iago, Iago-Gorka? Solamente Ernesto Valverde lo sabe. Algo habrán visto en Herrerín, cuando Amorrortu al marcharse al Atlético de Madrid se lo llevó con él. Ahora que ha retornado es un serio candidato a ocupar ese espacio que desde hace tiempo parece maldito y donde están puestas todas las miras... la portería del Athletic Club.

¡Algo tendrá el agua cuando la bendicen!

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