CIP de Donapea: ridículo cinismo de Enrique Maya
Llevaría tiempo enumerar los motivos para enrojecer que constantemente les surgen a los políticos de UPN; sin embargo, no parecen demasiado turbados, lo cual solo es comprensible por su intensa dedicación a desmantelar los servicios públicos de Nafarroa. El traslado del CIP de Donapea para ceder esos terrenos a la Universidad de Navarra, la del Opus, no es más que otra muestra de las políticas de UPN. En torno a esa burla y desprecio a los iruindarras se han observado situaciones como mínimo grotescas. Y, por supuesto, caciquiles. El alcalde de Iruñea, Enrique Maya, tras quedar judicialmente fuera del caso de las dietas de la CAN, decidió recientemente, en contra del pleno del Ayuntamiento, ceder de los terrenos de Donapea que el Ayuntamiento había cedido anteriormente para la construcción del centro de Formación Profesional que ahora pretenden trasladar. Sin embargo, ayer, cuando se iba a votar la moción que rechaza ese traslado, Maya se ausentó del pleno para no participar en la votación por ser profesor en excedencia de la Universidad del Opus. Tal vez Maya esté convencido de haber realizado un gesto ético al no votar una moción relacionada con un centro al que está vinculado, pero después de haber tomado una decisión favorable a ese centro, burlando el criterio del pleno municipal, ese gesto lo es más bien de cinismo, no exento de ridículo.