Zinemaldia comenzó ayer su 61 edición con la proyección de la película de animación «Futbolín», dirigida por Juan José Campanella, después de la gala de inauguración. Una apuesta arriesgada, por ser una película de animación y dirigida también para el público infantil, pero que Campanella agradeció, ya que es «un espaldarazo» para el cine de animación argentino.

Aunque esta coproducción entre el Estado español y Argentina se llame «Futbolín» o «Metegol», Campanella subrayó, en la primera rueda de prensa de esta edición de Zinemaldia, que «no es una película de fútbol». Admitió no ser futbolero, pero sí aclaró que en su opinión «el fútbol es un gran contendor y manifiesta de manera muy contundente otro tipo de pasiones, pasiones de la vida, la de superarse».

Los protagonistas de «Futbolín» son Amadeo, un muchacho que vive en un pueblo y el que adora jugar al futbolín del bar donde trabaja y Grosso, un joven del pueblo convertido en estrella del fútbol y que no ha olvidado su única derrota. Grosso buscará venganza y Amadeo verá que los jugadores del futbolín hablan. Juntos se embarcarán en un viaje de aventuras.

Para la primera proyección matinal de la cinta no había demasiada gente en sala, puede que fuese por los problemas que crearon las entradas. En un principio se programó para las 11.00 pero al final se ofreció a las 10.30, causando retrasos en el público.

Guiños a otras cintas

Aun siendo una película de animación el director argentino ha intentado que el espectador olvide que es animación. Para ello, recurrió al cine como «Apocalypse Now», «2001: Odisea en el espacio» o «Ciudadano Kane» y dejó algunas escenas a modo de guiños, algunas más claras que otras, dicho sea de paso.

La película se ha doblado en argentino y castellano para «mantener el mismo espíritu», explicó el director. Así una de las voces en castellano la puso el actor Arturo Valls, quien acompañó a Campanella en Donostia.