Mikel INSAUSTI

Todo apunta a que Universal va a perder un pastón con «R.I.P.D.», además de tener que aguantar el bochorno de las nominaciones a los antipremios Razzie, pedidas ya de forma unánime por la crítica estadounidense. Esta es la crónica de un desastre anunciado, como consecuencia de un proyecto que ha tardado catorce años en materializarse, para hacerlo tarde y mal. Los retrasos en la producción, junto con los test a puerta cerrada antes del estreno, han puesto de manifiesto la falta de convicción en el montaje final. La responsabilidad del realizador alemán Robert Schwentke parece tan limitada como su capacidad de decisión, porque con su anterior «Red» demostró que es capaz de dirigir una comedia de acción.

La industria de Hollywood tiene un grave problema, porque si para hacer una mala copia de «Men in Black» hay que gastarse 130 millones de dólares, es mejor que los ejecutivos del estudio que distribuye la película se dediquen a otros menesteres. Ni que decir tiene que Will Smith y Tommy Lee Jones respondían mucho mejor al esquema de pareja «café con leche» de las buddy movies ochenteras, comparados con un Ryan Reynolds y un Jeff Bridges entre los que no existe ninguna química, ni tampoco la más mínima conexión humorística.

Jeff Bridges, que incluye en la banda sonora la canción «The Better Man» acompañado por T. Bone Burnett, repite su papel de viejo cowboy en clave paródica, intentando darle la vuelta al Rooster Cogburn que encarnó para los Coen en el western «Valor de ley». La única gracia del desubicado personaje está en que tiene como avatar en el mundo de los vivos a una mujer fatal con los rasgos de la modelo Marisa Miller. Por su lado, el compañero novato ha de conformarse con tomar prestado el cuerpo del asiático James Hong, que es bajito y anciano. A falta de originalidad, puesto que los autores de «Bitelchús» también podrían demandarles, el giro argumental consiste en que como réplica de «Los cazafantasmas», éstos resultan ser también unos fantasmas, de acuerdo con las siglas del título asignadas al cuerpo policial de ultratumba Rest In Peace Department.