Afortunadamente, el fútbol no son matemáticas puras y, aunque cada vez menos, de vez en cuando suele darse la sorpresa. Es casi el único argumento al que puede agarrarse Osasuna para afrontar un choque en el que parte de inicio como la víctima propiciatoria de un rival que está viviendo una época de vino y rosas de la mano del Cholo Simeone.

Podría decirse que, como el blanco y el negro, la situación actual de ambas escuadras es a día de hoy diametralmente opuesta. Los anfitriones, acuñando uno de sus mejores comienzos ligueros, y los rojillos, justamente al revés, firmando uno de sus peores. De continuar la tendencia, lo normal es que los de Javi Gracia salgan derrotados, e incluso goleados, del Vicente Calderón, como ya les ha pasado a Rayo y Almería.

Contra esa lógica, que no siempre es la que genera los resultados, al cuadro navarro solo le cabe contraponer la acuciante necesidad en la que se encuentra inmerso. El único triunfo que asoma en su casillero de las cinco jornadas disputadas hasta ahora no se antoja como un bagaje demasiado positivo y el hambre de puntos hace dejar a un lado lo improbable de la empresa a acometer.

Todos los disponibles

Con esa idea, la de aguantar los embates rojiblancos, demostrar que se va ganando enteros en seguridad defensiva y aprovechar algún descuido del rival, Javi Gracia convocó a los 18 futbolistas disponibles de su primera plantilla, en esta ocasión contando con Satrustegi y Lolo, sacrificados frente al Elche. Lo normal es que el técnico de Donibane repita parecido once, con la salvedad de que puede jugar con un trivote y comprobar si mantiene a Joan Oriol en el lateral zurdo.

Por el lado colchonero, su técnico, Cholo Simeone, anunció que va a hacer cinco cambios con respecto al equipo que alineó en Zorrilla. Podrían ser Juanfran, Alderweireld -debutaría-, Tiago, Cristian Rodríguez y Baptistao, con lo que realizaría variaciones en todas las líneas.